¡Ah, ya! No caía. Menos mal que la discrepancia, aun puntual es muy sana. Alegra la comunicación. Ocurre que algunos viejos rockeros del lugar seguimos con la costumbre de las ideas propias... Digo yo que me sigue pareciendo admirable -más en la edad madura, cuando se ha tenido tiempo de calibrar- aquel sintagma de Doña Hannah Arendt, que podía parecer una aporía, pero no lo era... lo de "revolucionaria conservadora"; que fue la opción de alguien que se las había visto con los más cabezones de su tiempo, y aun del pasado, para entender algo de quiénes o cómo somos, condicionados por tantas cosas. Claro, por un lado entendía la insoportable alevedad de mucha condición humana, pero por la otra, tenía más que claro, que cada cuatro días, no podía llegar cualquier generación...