---------------------------------------------- 3CORTASY1LARGA

06 noviembre, 2023



¡ PROU, BASTA YA...!

Eso decían, al menos durante las últimas décadas. Con eso y la honradez se llenaron la boca. Así, que mucha gente de izquierdas variopintas, pasada la Transición, acabamos votándoles, cuando no apoyándoles; a pesar de que siempre nos parecieron un tanto tibios y progresivamente más señoritos y más trepas. Aunque siempre entendimos que esa era una dinámica general de la sociedad española. 

Hasta aquí hemos llegado, hoy aquella izquierda se la está llevando el hecho biológico y algo menos irremediable, pero más dañino: la debilidad acomodaticia; de  manera que, ha quedado a merced de cualquier pequeño Napoleón de turno; la lucha antifranquista, la Transición, la  asimilación a Europa, todo ha pasado ya. Ahora, con muy honrosas excepciones, pero inerme, acepta cabizbaja la puntilla sin reflejos de resistencia.

Ni siquiera la voz alzada de ex presidentes de Gobierno, ex ministros, ex presidentes de Comunidades autónomas, ex secretarios de Estado socialistas, etc, etc -eso sí, acompañados de un estruendoso silencio- han sido óbice para detener la almoneda. El texto del acuerdo es un despropósito sin remedio, es una capitulación sin resistencia. Y si no fuera  así, jugársela y ver si "el Puchi", el delincuente fugado en el maletero de  un coche, aguanta el envite hasta provocar nuevas elecciones ¡Oh pánico! resulta, como poco, extraordinariamente INDIGNO.

Loe rostros, la satisfacción o las risitas no pueden ser más explícitos: el lenguaje del acuerdo de las Rodalías o "Cercanías" es el de la mayor redición posible; cuando sabes que el adversario ha perdido toda capacidad de resistencia posible. Pero no es todo, tal rendición, se llenan la boca obscenamente aseverando que ese pago cubre, únicamente, la investidura...

No importa, quien cree que lo puede, manda al eléctrico que usa de correveidile a firmarlo... cuanto antes, suspiran por los telediarios... y en streamig.