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26 diciembre, 2015



BARUCH... /4 (1)



Concluíamos ayer afirmando el 'Choque de civilizaciones', en coincidencia con S. Hungtington, y en desacuerdo con F. Fukuyama, quien a la altura del cambio de milenio, confundía el final de una batalla -con victoria, clara del capitalismo- con el 'Final de la historia'.
En realidad, la idea de ese choque está en nuestros genes, antes, incluso, de ser primates: es 'la lucha por la vida'; que formuló O. Spengler, principalmente, en 'La decadencia de Occidente'.

En realidad, quien inicia así la historia de las civilizaciones, fue el primer historiador moderno: E. Gibbon, ilustrado y coetáneo de Voltaire; autor de la 'Historia de la caída y decadencia del Imperio romano'; donde pone en perspectiva, de modo original, el ciclo completo -unos mil quinientos años- de la historia de Roma. Su tesis, es que el Edicto de Constantino constituye el momento liminar que marcará el inicio de la tradición  de los cristianismos -a la que más tarde se enfrentarán las sectas islámicas-; "estableciendo* la división, desconocida en el mundo antiguo, entre los negocios civiles y los eclesiásticos".
La Iglesia, ya oficial, acaba contribuyendo a la decadencia del Imperio. De hecho, se producen más mártires -dentro de la iglesia- en los enfrentamientos por el poder y la ortodoxia, que los provocados por las persecuciones, y, exagerados por el proselitismo, según reconoce el propio Orígenes. La prédica y la mística cristianas, su soterología, aceleran  pues, esa decadencia con la pérdida del espíritu y de las virtudes republicanas.

Casi un siglo y medio más tarde -de Gibbon-, el también británico A. Toynbee, en su 'Estudio de la Historia', plantea la relación entre las Civilizaciones y las Iglesias universales desde una visión finalista de la Historia: la aparición de esas Civilizaciones hasta  alcanzar la fase de las Iglesias universales, en la que las Iglesias, pueden favorecer la última etapa de decadencia, en un proceso de espiritualización -o eterealización- y transcender, así, el final de ese ciclo. 
Entonces, se plantea la cuestión fundamental: si la finalidad de la Historia es producir Civilizaciones o, tal vez, Religiones universales. Toynbee se inclina por la segunda opción, aun reconociendo que caben ejemplos de Iglesias universales que fagocitan a sus sociedades, como la Islámica o la Hindú; o a la inversa, como la China o la Japonesa.

Oswald Spengler completa esta visión -de la vida de las Sociedades- en la 'Decadencia de occidente', influido, seguramente, por el desastre europeo de la Gran guerra -recogido de manera tan magistral por S. Zweig en el 'El mundo de ayer'-, y su tremendo impacto en la Ciencia, el Arte y la Cultura europeas; hasta hacerlas perder su hegemonía mundial, quizá, de forma irrecuperable. Spengler entiende -entonces- la historia como la evolución de un grupo de civilizaciones independientes e irreductibles entre sí, a las que concibe como organismos sociales, realmente vivos; cuyo motor será la lucha por la vida (Struggle for life), en la que recorrerán un ciclo vital de juventud, crecimiento / plenitud, decadencia. 
La civilización occidental estaría, así, en la fase de decadencia. Spengler acaba, finalmente, rechazando la ascensión del nazismo, pese a los esfuerzos de Goebbels por atraerle a la causa.

Hasta aquí, muy resumida, la evolución de las ideas sobre las 'Civilizaciones' en la ciencia occidental, lo cual, ya desde Platón, se aprecia una dualidad creciente al entender el mundo material, de un lado, y el ideal o espiritual, de otro: Razón pura y materia inanimada.
La materialidad única de lo existente, de Lucrecio, en la ciencia oficial, ha estado siempre en segundo plano, hasta muy entrado el s. XIX.
En la primera mitad del s. XX, Bergson y Ortega y Gasset llevaron el dualismo filosófico a la formulación de las teoría vitalista-metafísica de la vida, entendida como un impulso radicalmente distinto de la materia inanimada, para Bergson; y al ratio-vitalismo, donde, por así decirlo -en palabras del propio Ortega- la razón, se da en la vida.
Empero, en la segunda mitad del s. XX, el paradigma de la ciencia occidental sigue su evolución: después de la busca, unos 30 años, del tío Alberto, tras la Teoría unificada que explicara "todas las características de toda la materia y la fuerza del Universo...", J. Monod, F Crick o S. Ochoa, al fin, se convierten al monismo: SÓLO HAY UN PRINCIPIO INFORMADOR DE TODO LO EXISTENTE.
Entretanto no se sabe lo que saben o no saben en... el  Azhar, 'primera' Universidad del Cairo.

En todo caso -las de ambas culturas religiosas: occidental e islámica-, son teorías del conocimiento diferentes, en su raíz. De mundos, por tanto, irreductibles.


*  "Historia de la caída y decadencia... " Pg. 1ª del Capítulo XVII.

(1) BARUCH.../4. El artículo original, sufrió de secuestro por los diablillos informáticos en Nochebuena. El Blog pide disculpas a algún lector que pudiera estar interesado en el original, y ha tratado de reescribirlo lo más fielmente posible.



12 diciembre, 2015



BARUCH... /3


¿Por qué el Islam va a un choque de trenes contra Occidente... ?


Cualquier mañana al escuchar distraídamente en la radio, que unos -¿les llamamos jenízaros, o bárbaros?- han dinamitado una iglesia cristiana, abandonada, en algún lugar perdido de Siria o de Irak, seguramente tendremos la sensación de un crescendo, un rumor, que anuncia el choque de trenes. Pues eso... 
Días atrás dejábamos a la Europa de Occidente con los hombres geniales que inician el despegue de la ciencia moderna, que luego traerá la Ilustración y luego la modernidad y... cada vez... más deprisa. Pero los avances del Islam -decíamos- se detuvieron, fuera del terreno militar, y no por azar, sino por la lógica del fenómeno religioso. Sólo llegamos a citar los cinco Pilares del Islam*, al referirnos a esa religión, pero aquí se trata de establecer su naturaleza, para lo cual convendrá una breve mirada a los orígenes históricos y a su Libro 'sagrado': El CORÁN.
Ese texto, transcripción de la palabra de un "iletrado", es considerado "revelación divina" por sus creyentes, y da lugar a la última de la religiones del libro. Lo cual no es nada excepcional: oímos hablar cada vez con más frecuencia de él y no siempre en relación con hechos positivos. Conviene, pues, detenerse a escudriñar su estructura y su contenido, que entendemos está detrás de la característica esencialmente totalitaria de las sociedades a que ha dado lugar. Es un texto divido en 114 capítulos, llamados suras o azoras,  compuestas de versículos -aleyas-, y que refleja muy fielmente la problemática de una sociedad en los comienzos de la Edad media. Y entre esos 'capítulos' interesa especialmente el noveno, la Sura 'At-Tawba'. Dicha Sura que, para ellos, "descendió con la espada": contiene las Aleyas referidas a la lucha, a la 'guerra santa'. Y constituye, muy exactamente, el eje primario del problema: entre los versículos 1 al 29 se encuentran literalmente las siguientes expresiones:

Aleya 3: "¡Anuncia a los infieles un castigo doloroso!"
Aleya 4: "Se exceptúan los idolatras con quien habéis pactado... respetad esos pactos (alianza)"
Aleya 5: "¡Tendedles emboscadas por todas partes!... si se arrepienten, hacen el azala y dan el azaque, (el rezo y el tributo) entonces ¡dejadles en paz!"
Aleya 8: "¿Cómo podéis confiar en ellos? Si prevalecen, no respetarán acuerdos ni alianzas. La mayoría de ellos son malignos"
Aleya 11: "... si atacan vuestra religión combatid... "
Aleya 14: "¡Combatid contra ellos! Dios les castigará con... "
Aleya 29: "Combatid contra quienes... no creen en Alá, ni... practican la religión verdadera, hasta que pagen... "
Sus exégetas, todavía hoy, discuten si los últimos versos transcritos estaban, o no, memorizados.

Ese texto no deja ningún margen a la duda sobre el tipo de relación entre Islam y la violencia. Seguramente era la única posibilidad para unas tribus de beduinos desunidas y atrasadas. Y, entonces, sin duda, tuvo un éxito -profecía autocumplida- fulminante. Así que, aunque buena parte de la autoridad suní interprete que  la obligación sólo incluye los Cinco Pilares del Islam, la historia es testaruda: el los últimos 1400 años años se CUENTAN por cientos -no importa, exactamente, cuantos- los millones de muertes  a consecuencia de esa Yihad, derivada de la interpretación que -quiérase o no- sigue haciendo una parte importante del Islam **. La opinión académica, que no exactamente política, sostiene que cerca de 120 millones de animistas y cristianos en África, 100 millones de hinduistas y 10 milllones de budistas en Asia "pueden" haber muerto a consecuencia de esa Yihad. Lo que seguramente explica los datos del informe Pew Research: el 40% de la población palestina, 30% de la afgana, 20% de la turca, etc., que justifica el terrorismo islámico: la YIHAD.

En estos tres artículos se ha estado incidiendo en el punto de ruptura cultural entre el Islam y Occidente. Aquel, se cerró al desarrollo científico y a la evolución social, definitivamente, en el siglo XIV. Por contra, ya en el primer cristianismo, aparece la raíz de la separación de poderes en los tres evangelios sinópticos; así, Jesús, en un pleito por herencia: "¿quién me ha hecho juez entre vosotros?"; Tercera epístola de Pedro -mandando Nerón-: "obedeced respetuosamente a toda institución humana, Jefe del Estado u otros gobernantes"; Gelasio, Papa de finales del s. V, fijó de manera definitiva la doctrina de los dos poderes: "Él... ha separado para los tiempos sucesivos los dos ministerios (civil y religioso)". En suma, el cristianismo de Occidente lo ha tenido muy claro desde el principio: ".., a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
Entretanto, el mundo islámico fue absolutamente incapaz de desarrollar una cultura, diríamos, civil. La confusión entre los planos religioso, el civil y el social es total, provocando una deriva de confrontación interna - desde el primer califato-, que ha impedido su progreso.  Su fundador aparece en medio de las discordias -nada original, por otra parte-, y los cuatro primeros califas ortodoxos, o relacionados con la familia directa del Mahoma, son asesinados. La divergencia continúa en los siguientes siglos, mientras, en Occidente, se producen una 'Historia criminal del cristianismo'***, o la querella de las investiduras -el Imperio, por el poder civil contra el Papado, por el poder religioso-, que se saldarán con la separación casi total de ambos poderes y la consagración de la suficiente libertad, que permita el desarrollo científico, técnico y económico; en el mundo islámico se cierra la puerta a todo avance por Al Ghazali y los Amohades. El Islam ve a los Omeyas desplazar a sus parientes hasemitas, aquellos por los Abbasidas, Almoravides. Almohades, Mongoles, Seleúcidas, Otomanos... Tampoco faltan los cismas de carácter más religioso: chiís-sunís, principalmente.
Sí, como en el primer occidente cristiano, pero para quedarse, finalmente, encerrados en ese laberinto. La civilización china, la hindú-budista y la occidental, resistieron el choque, y entretanto, el Islam no se activa hasta que aparece el papel protagonista del petróleo, pero más allá del acúmulo de riqueza suntuaria, es incapaz para el desarrollo social y económico, incluso cultural, parecería seguir encerrado en su laberinto "waabita-salafista-integrista", e incapaz de desmarcarse de la visión rigorista y totalitaria que porta en su genética social.   Esa incapacidad, es lo que hoy alimenta la enemiga contra la sociedad occidental  y sus valores o desvalores, de los nativos de aquel mundo e, incluso, de los ya nacidos en Occidente. Creemos que tienen razón quienes afirman que ese choque, sí está teniendo lugar, desde hace 1400 años. De manera que mañana hablaremos de las civilizaciones, en especial, de la nuestra, tal como la veía Baruch en el Tratado y en la Ética .

* Los cinco Pilares del Islam:
1.- La Sahada: testimonio o profesión de fe. Es el primero y más importante -establece la pertenencia-: "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta,".
2.- La Oración, cinco veces al día, etc...
3.- La Limosna o Azaque, de la cuadragésima parte de los ahorros -si las circunstancias lo permiten- a desfavorecidos varios...
4.- El Ayuno en el mes de Ramadán, si no hubiera los impedimentos reconocidos...
5.- La Peregrinación a la Meca, al menos, una vez en la vida, si los medios o la condición lo permiten...
Decíamos (en/2) que esos cinco mandatos del Islam no mejoran, precisamente, la Ley mosaica o los Mandamientos cristianos; responden, más que a un intento de objetivar o codificar la ley natural, a la casuística más particular de un grupo de tribus beduinas tratando de 'imponerse' en la edad media.

**  Daesh, Al-Qaeda, Boco Haram, Al-Shabab, etc.

*** 'Historia criminal del cristianismo'. Karlheinz Deschner: un inimaginable baño de sangre y crímenes.







02 diciembre, 2015



BARUCH... /2



...  decíamos que mientras Europa iniciaba su despegue, su renacimiento lo llamaron, el Islam se atascó sin solución: en sus primeros cuatro o cinco siglos había alcanzado, ciertamente, un desarrollo más que notable -fuera del desconocido, entonces, mundo chino- de la filosofía clásica o de algunas ciencias, como muestran: Al Geber (Ibn Jayán) lógico notable, que da nombre al Álgebra o que produjo el ácido sulfúrico; Al Juarismi, que nombra, a su vez, al procedimiento algorítmico (Iniciado por Euclides) y que solucionó con éxito ecuaciones de segundo grado o raíces cuadradas. También construyeron un tipo de astrolabio, o llevaron la astronomía más allá que la astrología, o la química que la antigua alquimia; destilaron el alcohol o el agua; incluso desarrollaron principios de farmacopea...Y ahí se detuvieron. Es una aportación notable y bastante conocida en la Historia de las ciencias. Viene a cuento porque, a esas alturas, Avicena y, particularmente, Averroes, con ese nivel de conocimientos, ya ocultaban su presunto, agnosticismo, tras el ejercicio -salvador- de la medicina: (Salvar al Cadí, o incluso a un Emir, podía tapar algunos pecadillos). Alguno de esos conocimientos aún siguieron en vanguardia hasta comienzos del XVI, como el álgebra; pero la negación, la renuncia, al pensamiento científico, que significaron los Almohades o Al Gazali, provocó una involución, hasta hoy, definitiva.

Tal involución, no fue consecuencia de un azar histórico, sino de la lógica del fenómeno religioso.
Una breve mirada -por contra- al estado actual del fenómeno ciencias (En Occidente), nos permitiría observar a un Satuola -el antepasado de Ana Patricia Botín-, a finales del XIX, asombrado por su descubrimiento, o más bien de su nieta, y que acierta al atribuirlo al hombre del paleolítico, contra el rechazo del entendido francés; hasta ser reconocido por la siguiente generación de especialistas: Obermaier, Breuil o Reinach. El arte paleolítico de Altamira, y el de toda la zona franco-cantábrica, como confirmó posteriormente la Etnología, tenia una función simbólica, propiciadora; similar a los mitos y ritos, que se conservaron hasta mediados del siglo XX* en los rasgos neolíticos de las últimas culturas perdidas.

Reinach, quiere iniciar su relato con el inicio de la edad de los mitos, con Orfeo. Y nos cuenta una bella historia que comienza en el animismo: en la primera aurora de la humanidad, en algún momento del tiempo, entre 200.000, y puede que 4 o 5 Mill. de años; entonces, todo ente está animado por un espíritu, aun el mundo mineral, pero Neandertal y Sapiens hilando más fino, distinguieron esa diferencia, y sus totems vehicularon su nuevo mundo simbólico hasta 'dioses' más... definidos, como principios de la naturaleza o del carácter humano e, incluso, animal. Se lo llamó politeísmo, que se relaciona con la aparición de los conflictos de intereses, con la violencia intraespecífica, excepcional, hasta entonces, entre los mamíferos. La evolución, algo tan vital, tan humano, nos  llevó hasta las religiones monoteístas, y, particularmente a las del libro. Para entonces la humanidad había entrado en la que llamamos cultura escrita y -entretanto- hacía su aparición ese monoteísmo, comenzamos a tener doble naturaleza: nuestra especie 'biológica' comenzó a estar 'condicionada' por la adquisición y transmisión de cultura. Eso nos diferenció del resto del mundo animal. De tal modo nos condicionó que J. Monod llega a afirmar que "las estructuras sociales sobrevenidas debieron influenciar en la evolución genética". Es decir, en la transmisión de la herencia, llegó a prevalecer lo que condicionaba las ventajas sociales sobre las ventajas de la pura sobrevivencia física; la habilidad social sobre la fuerza animal.
En ese viaje por el tiempo -tras los chamanes-, aparecieron los profetas, y es posible que se estuviera produciendo una selección natural de las ideas; en todo caso, se produjo la perfomance de una idea: la coraza que representaba una ideología religiosa que es aceptada, que se impone; actuando, así, como una ventaja evolutiva, que acabó por asociarse con algún tipo de innatismo, y, que fijándose -evolutivamente- explicaba o asignaba un destino inmanente, en cuyo seno se alivie la angustia existencial. Tal angustia, que ya heredamos, exigió la explicación, la búsqueda, que dio sentido a los mitos, las religiones e, incluso, a la Ciencia.  
Las religiones del libro son el realidad el principio de la historia, sagrada, pero ya historia escrita: La Biblia es un relato, además de histórico, moral, que responde a un intento de codificar (comportamientos sociales e individuales), que trascienda el estadio final del neolítico en las cuencas madre del Nilo, o del creciente fértil. Las Tablas de la Ley Mosaica 'fijan' algunas de las libertades 'negativas'**, vigentes hasta hoy, además de algunos preceptos, que hace mucho perdieron todo sentido. 
La nueva Ley Cristiana, es una clara -y reconocida- evolución de la anterior, con algún añadido de la filosofía griega (Platón, Aristóteles y estoicos, vistos los tiempos). Mantiene la ley natural mosaica, y se mete en laberintos, en costumbres de alcoba, vestuario o despensa, que con el tiempo no traen más que conflictos con la sociedad civil.
Por último, la Mahometana, respuesta de un caudillo que, aún iletrado, supo sacar a su pueblo de una situación de cerco y de límites. Sus 'Pilares del Islam', no mejoran el sentido natural y la evolución de las anteriores, e incorporan nuevos problemas, más disfuncionales, con el tiempo. Pero, sobre todo, entra en un verdadero choque de civilizaciones, sin solución, con las anteriores. Pero esa, también, es otra historia...





* En la primera mitad del siglo XX Lévi-Strauss, Malinowsky y otros, alcanzaron, todavía, el final de las culturas paleolíticas en la Amazonía o en el sudeste del Pacífico. África y Australia también conservaron parte se sus culturas, pero alguna lata vacía de cola, o la visión de pájaros metálicos, acabaron con ese mundo, mientras aparecían los cultos cargo.

** Se entiende la libertad negativa, como la que llega hasta el comienzo de actuación de la libertad del 'otro': No matarás, no robarás.

24 noviembre, 2015



BARUCH... /1




... fue un 'portuñol', alguien especialísimo y quizás el precedente más notable de ese salto de la humanidad que representa la Ilustración.
Portuñol tiene dos componentes, hoy separadas, de lo que habría que suponer era la  misma cosa. Pero mediaron los borgoñones, y la porfía anglo-franca, logrando finalmente separarlos, para que la vieja Iberia, por fin, quedase sin una de las dos alas... Eso, si los Baños, Fernández, y otros pájaros no le cercenan la otra (Pero, estos días, no toca: 'Aquellos', que se enfríen -ahora- un poco al amor de la tramuntana).
En cualquier caso, nació holandés y lo hizo en el siglo de oro, pero el de aquel país, en tanto, el nuestro entraba en el ocaso.
Era hebreo sefardí, de nación; aunque no faltan quienes sostienen, que buena parte de los tales, en realidad, son hispanos: en el alto medievo, adoptados o mimetizados por 'pujantes' familias judías, de quienes dependían. Lo cual explicaría que fuesen tan numerosos. Empero, Don Salvador de Madariaga sostenía el siglo pasado, contra esa especie de leyenda negra anticastellana, de Ingleses y holandeses, -siempre tratando de minimizar las referencias al mundo hispano-: "el más que posible origen familiar, en Espinosa de los Monteros", de donde habrían salido a Portugal, huyendo de la Inquisición española, un siglo por delante de la portuguesa.
Spinoza, Benito o Benedito, aparece  así en la mitad del comienzo de la Ciencia, la Filosofía, pero sobre todo de una Epistemología  -o Teoría del conocimiento-, radicalmente  modernas. Hamlet, Don Quijote o el Rey Lear, son los personajes del nuevo drama que escribirán Shakespeare y Cervantes, pero sobre todo Galileo, Bacon, Servet, Descartes, Newton o, incluso, Huarte de San Juan. (Ese..."hay álguien ahí", del príncipe danés, o... "con la iglesia hemos topado", del hidalgo manchego, eran el estreno de una forma nueva de pensar, que rompía con aquel mundo de escolástica cerrada, dominado por los prejuicios religiosos. Son la pregunta y la respuesta que abren la puerta de la modernidad.
Baruch, aquí tiene un significado muy especial: está en un cruce de caminos; pero antes de seguir el suyo, será oportuno echar una mirada a la vía, por demás, bloqueada del Islam, y tan relacionada con los recientes acontecimientos protagonizados por sus creyentes, en New York, Madrid, Londres, París, y...  a pesar de lo cual, con frecuencia, se trata de categorizar a los autores de esas masacres como ajenos al Islam, a su fe, o su ideología. Sin embargo, un vistazo a la historia viene a decir, en buena medida, lo contrario: el Islam nace como un fenómeno religioso y social, en el fondo de saco del Mediterráneo, y, rápidamente, recoge de la tradición grecolatina y judaica elementos culturales, entre los que destaca la filosofía clásica. Entre el s. IX y el s. XIV, vive un período de esplendor, en el que sobresalen Avicena y Averroes, quienes además de ejercer la medicina como 'un seguro de vida', en realidad, eran auténticos "polímatas" -sabios universales-, y compartían el conocimiento de Aristóteles. Avicena admite elementos del neoplatonismo, pero rechaza la inmortalidad individual del alma; además, le gustan nada más que las mujeres, el vino y la música (Con dos...). Averroes trata de evolucionar -modernizar- la visión de Aristóteles, en realidad representa la cumbre de la Falasafa, cuando entra  en escena Al Gazali; pero éste, acaba en una deriva hacia la liquidación de la filosofía, a la que consideró una ofensa para el dogma' religioso islámico, enfrentándose, hasta liquidarla, a la tradición racionalista, para convertirse en 'derviche' (Más o menos giróvago), en un místico sufí. Algo así, como si en la tradición de Occidente, Santa Teresa o San Juan de la Cruz hubieran ocupado el lugar de Descartes o Newton.
Sí, un siglo después (XIII), la Universidad de París puso en cuarentena al mismísimo Santo Tomás, como a Avicena o Averroes; pero mientras el rigorismo, versión almohade, cristalizó en el mundo islámico, algo así, como si Occidente hubiera retrocedido un milenio hasta San Agustín; Europa, en poco más de dos décadas, inicia su despegue... pero esa es otra historia.





14 noviembre, 2015



PARÍS...


¡Qué cerca del corazón!

Con frecuencia se atribuye  a Rousseau: el aforismo de "El hombre, un lobo para  el hombre". Un click, basta para saber que fue de Plauto de quien lo tomó Hobbes. 'La Ilustración' abrió la veda: No nos había creado ningún 'ente', salido de alguna leyenda del medio oriente... No. Lo que ocurrió fue que allí comenzamos la andadura, allí comenzó todo -incluidos los mitos- hace algo más de 10.000 años, allí comenzamos a ser algo más que naturaleza o que una especie cazadora-recolectora. Se llamó el "Neolítico" -a ese proceso-, y comenzamos a acumular lo que ahora se llama tecnología, hasta transformarnos en otra cosa: por un lado naturaleza, o sea, un animal, y, por el otro cultura o acervo de conocimientos y técnicas. No vinimos como un paquete acabado y con marca de fabrica, somos un producto de la evolución de la vida, de la materia viva, iguales que el resto de la naturaleza. Así que no somos ni más, ni menos, que esa doble naturaleza.
A propósito de tal naturaleza, sí fue J. J. Rouseau quien abrió la polémica en los tiempos modernos o de 'la Ilustración', responsabilizando al proceso de civilización* -las ciencias, las artes, la cultura, en suma- del abandono, de la pérdida, de la bondad natural o estado de naturaleza. Pero esa hipótesis chocaba de frente con la idea, entonces dominante, encarnada por Thomas Hobbes, que personificaba en 'Leviatan' -el poder coercitivo del Estado- la condición de posibilidad necesaria para poder convivir unos con otros, En (la) sociedad.
En realidad, esas dos posturas enfrentadas, serían los los dos extremos del arco en el que se sitúan las repuestas a las famosas tres preguntas 'prometeicas' (quienes, qué somos, y de dónde...). La de Rosseau fue expresada de modo muy eficiente por Henry D. Thoreau, el naturalista que consiguió sobrevivir en la naturaleza -en los bosques de Walden, Massachusetts- por sus propios medios y aislado de la sociedad. Pero fue un experimento excepcional, como pone de relieve el otro intento, casi en la misma época, del Nobel de literatura noruego Knut Hamsun, que encarnó al artista famélico, e irreductible, hasta la angustia existencial del iluminado; viviendo unicamente para escribir entre el hambre y la soledad extremos.
La otra naturaleza, la de "en sociedad", la única posible en un mundo camino de OCHO MIL MILLONES de bocas, es a su vez sujeto de otra polémica: si ha de pesar mas la libertad individual, o la sociedad planificada como construcción de la voluntad humana. Pero esa es otra historia, será el tiempo líquido de Bauman o la sociedad del riesgo de Beck, pero no será regresar a un mundo perdido en la violencia o el fanatismo religioso. Probablemente Hobbes -con su estaca- derrote a Rousseau, por un tiempo, y vivamos las sociedades holísticas, tan poco caras en el mundo 'liberal' de Popper-Hayek; pero, en todo caso, el sentido de la LIBERTAD, seguirá siendo el alma de Occidente y sobrevivirá a la barbarie, la horda, y al fanatismo, consustanciales con la violencia.
La civilización occidental no puede no querer ver, que el Islam como civilización quedó bloqueado a principios del siglo XIV; podremos soportar a los multiculturalistas o a la emigración masiva, pero no dejará de ser una realidad, ya permanente, el dominio absoluto del núcleo totalitario-religioso en el Islam: Al-Kindi y Al-Farawi, dejaron el testigo... a finales de IX, y Al-Gazali abandona la Filosofía que el Islam ya no tolera -dándose al esencialismo místico del sufismo-, en el XII. Avicena y Averroes -entretanto- sobreviven ocultando su más que probable agnosticismo y práctica de las ciencias, ejerciendo la medicina. Y eso fue todo. Desde entonces, se mueven en círculo, encerrados en su propio pensamiento. La bomba demográfica, de la que son conscientes, con las bombas del petróleo, hacen a su resentimiento, y su frustración, cada vez más peligrosos para la civilización occidental. Si Europa quiere ser tierra de acogida de gentes que buscan sobrevivir -mejor que en sus países-, esas gentes tienen que respetar los valores, la cultura europea, sin tratar de sustituirlos por los de sus países de origen, Fueran más funcionales, o no lo fueran. Y las creencias, además del modelo de sociedad, son precisamente uno de esos valores...

JE SUIS AUSSI PARÍS...


* Adorno sitúa el inicio de ese proceso -la Ilustración- en las formas de la astucia de Odiseo. Aunque probablemente se inició con la chispa que Prometeo robó a los dioses, y que iluminó la mente de los humanos,  emancipándolos de la naturaleza, al menos, de ser sólo naturaleza, o dándoles una segunda naturaleza. Lo cual no deja ser otro mito, como el de haber sido creados a imagen y semejanza de otro Prometeo.  Ambos sirvieron para que 'entendiesen' los primeros hombres. Que eso son los mitos (De origen).



10 noviembre, 2015



ROMPER LOS PUENTES...

 ... y no es una bravata.

No quieren que enfríe la tortilla. Por si acaso se pierde la ocasión. Los estragos de las crisis les tienen enrauxados, decíamos ayer. Pero tienen un temor: la reforma constitucional. Por eso rechazan que nos acerque alguna forma de entente, por eso tratan de no perder ni un segundo en ROMPER LOS PUENTES... antes que se cierre la ventana de oportunidad. Eso es lo que expresa con toda nitidez el gran ideólogo de la operación Ferran Requejo, otro cátedro de Políticas -ahora son como una plaga, o pulgas de perro flaco-. No les importa tener sólo el apoyo del escaso 30% del Censo electoral catalán, o convertir a Cataluña en un paria ante las Naciones Unidas, o que eminentes juristas -carísimos-, en Derecho Internacional, lleguen a una conclusión: 'KOSOVO'. Esa sería la forma y el nivel de reconocimiento del nuevo estado catalán: intentar colarse en unas Naciones Unidas, que no pueden admitirlo, por la puerta de atrás de la UNESCO -que se supone entrada libre-. Pues, hoy día, va a ser que tampoco, ni si quiera en esa Organización para la Educación, que no suele poner puertas al campo: ayer mismo, ese intento de KOSOVO, ha sido rechazado.
Ese ideólogo, Ferrán, es el que expresa tal deseo: "...todos los puentes han sido volados". No es una bravata, es la expresión de sus temores: "... si no nos dan lo que queremos, entonces actuaremos como si ya lo hubiésemos conseguido. Nos instalaremos en la independencia".  Performativamente.
Sólo se les 'escapa' un poco de mala intención: que les intenten meter mano en los Mossos de Escuadra. Eso sería perfecto para ellos: entonces 'Madrit' sería quien alimentase el victimismo que consideran tanto les beneficia. Pero, así mismo, se les escapa la mala conciencia: ya no aluden a su mayoría 'social', ya sólo lo hacen a su mayoría 'paralmentaria'.
Tampoco les sirven -ahora- los PUENTES de la reforma constitucional o del federalismo. No. Sólo les interesa las ventajas económicas, pero sin las obligaciones políticas. Increiblemente Fontana llega a hablar del ahorro del Ejército. 
Entienden, así, que la mayoría silenciosa -más o menos federalista- quedaría entre ambas orillas o en tierra de nadie: de una orilla España tendría que con-ceder Reformas/Referendum; pero del otro lado del puente, para variar, no se jugaría limpio; se seguirá intentando 'el todo vale', después de décadas tienen asumido que ya es natural. De ese juego del PUENTE, sólo les interesa que lleve a la salida. El problema es que la salida no está al otro lado del Ebro, sino más allá de La Unión Europea. Esa posición -solos más allá- y una oferta generosa son la jugadas clave de este juego del PUENTE.
Es una oferta a los indecisos que ayudan tácticamente a sostener el independentismo -precisamente, dicen, para buscar esa oferta-. Y lo es para esa mayoría que siente la doble pertenencia. Porque ellos son el objetivo clave el próximo 20-D. Porque son quienes más pueden sostener esa orilla del PUENTE que el Ingeniero Superior Ferrán Requejo -quién lo diría- quiere derribar.

Así lo vemos, ya, desde este lado del PUENTE. Haríamos un tremendo esfuerzo para "entender que otros hablen distinto, que sean distintos". Por muchas razones, además de esa deferencia con el entrañable y viejo -¿estalinista?- historiador Fontana. 
Él -en compañía de otros-, sí pudo conciliar dialécticamente el internacionalismo con el secesionismo-nacionalista. A otros nos parece, realmente, una entelequia centripeto/centrifuga, a la vez. Seguramente, será por lo que no alcanzamos que quiere expresar con: "han sido educados para no entender" ¿Quienes? Desde luego, si sólo publica ahora en Catalán, porque es para los de su misma cultura, su misma identidad, entonces, entenderemos mejor que vea racista la mentalidad castellana. Sería un buen juego de espejos*, pero es una pena que a este lado ya no queden esos castellanos -contra moros y judíos-, que el viejo Fontana aún ve, remontando el agravio quinientos años.

Podríamos, en suma, entender que Fontana piense que la actual reacción separatista catalana, sea un fenómeno que lleva alimentándose los últimos quinientos años, o que no entendemos cómo quieren hablar, o, incluso, que sean distintos, y que, finalmente, él esté por la independencia si... "es realizada sin daño para nadie". Pero a este lado del espejo, o del Ebro, lo que se ve es la prima de riesgo, las facturas a pagar y que quebrantarán la economía a los dos lados, la salida segura de Cataluña de la Unión Europea y de otros organismos internacionales, la rotura de nuestra nación -España-, la inmersión educativa y mediática de más de la mitad de la población -originaria de este lado del Ebro- y el incumplimiento de la enseñanza del castellano hasta acabar en: "SÚMATE a los castellano-hablantes-independentistas", ¿Para acabar con el bilingüismo? Pues no, no lo entendemos señor Fontana. Lamentamos tener que decirle que sí, que eso es hacer daño a alguien, a nosotros... españoles de todos los pelajes, no los castellanos de las ensoñaciones nacionalistas.


* Interesaría, aquí, Lewis Carroll, después de todo, a quienes fuimos jóvenes materialistas nos conviene recordar al lógico autor de las maravillas del país de Alicia. Aunque entonces no se gastara la lógica difusa.




31 octubre, 2015



LA RAUXA...



...O la insensatez.
Como tantas cosas, la mejor forma de entenderla es contraponiendo dos significantes: sensatez/insensatez. Es el modo más claro de percibir su contenido negativo: la carencia de sensatez.
Así, pues, estar enrauxado sería el entusiasmo contrario a la mesura, la cordura, la ponderación o, en definitiva, al sentido común.
Pues eso: Rauxa, o están erauxados. El 47% de votantes por el SI o, lo que es lo mismo: la tercera parte del censo electoral de Cataluña. Que no los catalanes.
'Aquellos', a los que se llenó la boca con 'el proceso' de Escocia o de Quebec, no pueden no saber la corrección y neutralidad del acuerdo democrático, que se usó en Escocia -Reino independiente, hasta 1707, que se asocia a Inglaterra-; o en los dos intentos de Quebec: el primero, planteando claramente Soberanía o Asociación; y el segundo, que proponía Soberanía, después de una oferta formal para una nueva asociación.
A más abundamiento, recordarles a 'aquellos' que el último precedente cercano, la declaración de independencia de Crimea -previa a la 'anexión' a Rusia-, no fue reconocido por Ucrania, ni, en consecuencia, por Naciones Unidas. En Puerto Rico, se perdieron los tres intentos, y de kosovares, albaneses, o del moro Muza de los Balcanes, mejor no hablamos.
Vamos a dejar a un lado a Don Julio Caro Baroja, Juan Luis Arsuaga, John Elliot, Jaume Vicens i Vives u otros 'españolistas'. No vale la pena abrir la discusión -de lo que somos o no somos- con el eminente Josep Fontana ("... si la independencia es realizada sin daño para nadie").
Dejado, pues, ese terreno de antigua historia, aunque no se pueda romper con ella: ya es historia, y no habrá manipulación educativa, ni mediática, ni, si quiera, lingüística que la borre. Lo hacemos -¡ESCUCHA CATALUÑA!- recordando que el próximo Abril serán quinientos años, medio milenio, de 'las Españas'. (Conviene recordar que entre el 21 de Marzo y el 3 de Abril de 1516, Cisneros, rinde su último servicio, logrando la 'intitulación' real de Carlos I y Dª Juana, su madre, en los distintos reinos -unidos- de las Españas... ).
En ese medio milenio, de mejor a peor, pero lo conllevamos, a pesar de los tres intentos: la tentación catalana, tras la guerra, a mediados del XVII, de quedarse en Francia -peor remedio que la enfermedad 'castellana'-; el cambio de bando, en la de Sucesión, que -mitos aparte- hay que insistir que, fue una guerra europea y nunca el delirio interesado de una guerra civil España-Cataluña; y, finalmente, en el 'Octubre del 34', el President de la Generalitat, Companys, proclama el 'Estat Catalá' de la República Federal Española, es decir, un Estado dentro de un República Federal, pero no independiente, con el resultado bien conocido.
Durante esos quinientos años, en realidad, Cataluña resulto la parte más favorecida, y Castilla acabó perdiendo su pujanza entre las grandes de Europa. Sólo sostuvo l a capitalidad administrativa y en pleno siglo XX, para Galdós y aún para Cela, Madrid, no dejaba de ser un poblachón manchego. Las lenguas y, sobre todo, las gentes de las Españas -entre tanto- se fueron mezclando: ya no quedan muchos madrileños, ni tampoco catalanes, ni aquéllos son chulapos, o éstos fenicios o pícaros Pujoles. Pues, para sobrevir, han de hacerse europeos.
Así que, será una pérdida del sentido común tratar de ignorar las respuestas de las Naciones Unidas o el Derecho Internacional, los tratados de la Unión Europea, la Constitución Española; las realidades del comercio exterior catalán -hacia Aragón, o Castilla. o Andalucía, o... -; la devolución de los 200.000 mill de € en deuda exterior; las pensiones; los inversores internacionales; o, a dónde irán, la Caixa o el Sabadell, Planeta, la Seat y... los empresarios que hoy solo hablan a medias, o los que ya preparan la salida. Porque fuera de la Unión Europea, para la economía catalana, sólo queda la intemperie...el empobrecimiento...
Quizá se barrunten ya las pérdidas, malpasado un mes de los comicios, van asomando las orejas del lobo: los puntos % de las encuestas y los apoyos en Cataluña vuelven a menguar: es imposible no ver el Antonio Baños ('Oxímoron' doble y difícil de superar), mentor -nada menos- que de SÚMATE... a 'castellanohablantes por la independencia de Cataluña' y, además, líder antisistema, que les sacará de España, de Europa del Euro, de la OTAN, o -ya puestos- del sitema solar. Total: sólo le queda sostener a lo más corrupto del aparato conservador-nacionalista. Tipo, poco de fiar, autor de crónicas anunciadas de aquello que -al final- no ocurre, y que cambia de palabra al viento de las veletas... O qué decir de Carme Forcadell, presidenta del Parlamento de Cataluña a fuer de activista: una talibán antisistema, que trasluce una actitud integrista hacia al castellano, -algo intrusivo o ajeno- que ofende en 'su país', y que hay que erradicar. Esa es su idea, y su obra, de normalización lingüística: no soporta el bilingüismo. ¡Una 'presidenta de algo' especialista en torear la ley!
A esa corte de los milagros, se da el tan poco honorable, y muy enrauxado Señor Más: en una carrera de obstáculos electorales, donde ha ido dejando la carrera política de aquel oscuro burócrata de CiU. Aquel Arturo, ayer castellanohablante; hereu, que hoy perdió los escaños, mientras el 'trilero' mayor contaba -en sus paraísos- los incontables millones. Hoy, el ya nada honarable, vendería el alma a mefistófeles con tal de salvar sus muebles, y pasar a la historia como primer President de la República catalana independiente. Después de él, el diluvio ¡Eso, qué importará ya!
Asi, hemos llegado a esa pulsión catalana de que: gobiernen "los de aquí", pero sin acabar por separarse de "los de allí", que -sí- es lo que quieren, los que hemos puesto a mandar aquí.
Esa forma de comportarse Más, Forcadell, Baños y sus mariachis-antisistemas, Colau -la anfígena- en compañía de otros anfígenos que si pueden, Pujoles i Ferrusolas varios; por más que no parezca seria, ni honorable, pretende lanzar un formidable desafío a una de las más señeras naciones-estado de Europa. Tras esos quinientos años, más tres milenios compartiendo solar, la quieren romper: no han encontrado más acomodo, o necesidad, para su nación, que romper la nuestra. La pulsión se resume en décadas de deslealtad: a cada una de las cesiones de lo que ellos llaman Estado, siempre han respondido arteramente, exigiendo más, y tratando de convertirlas -cómo si no les viéramos- en estructuras de su futuro Estado o imaginaria Ínsula Barataria. España ha sido generosa, a pesar de esa deslealtad, pero no está dispuesta a tolerar que, con más de 50% de población originaria de este lado del Ebro, para intentar construir su casa, echen abajo la nuestra.
Si realmente fuesen más fenicios que hispanos, entonces serían conscientes de que no nos proponen un juego -si quiera- de suma cero. No: el resultado sería 'perdedor', para las dos partes. Y lo que lo estorba más aún: para la Unión Europea. Y si no lo ven, es que sufren un episodio agudo, muy agudo de ... RAUXA.



















28 octubre, 2015



¡LA ESCANDALERA!


-otra vez los anarco-podemitas-

Varado -casi de invierno, en la meseta-, una buena amiga de Oviedo acaba de ponerme en la pista de algo indigno, de algo que sería tanto como estupidez gratuita, si no mediara la mala intención: "Representantes de colectivos activistas de distinta índole y lugar, ponen el foco especial en Oviedo". Maliciando una ocupación simbólica del Ayuntamiento y del espacio popular que recibe a los galardonados, a los invitados, a los 'medios' y a -quienes tanto parecen irritar- los otorgantes de los 'Premios Princesa de Asturias'.
Pero, a su pesar, son 'representantes' -de una minoría- que, al parecer, no parecen tener tanto en cuenta a los activistas silenciosos que se dedican, años ha, a estudiar, trabajar, emprender; esforzándose, algunos, incluso con mérito. Vamos, los que no tienen el perfil, precisamente, del Chichi, o... como se llame el 'esforzao de Cai'.
Porque, vamos a ver: eso de la ocupación simbólica del Ayuntamiento ¿no tendrá, en el fondo, algo de coacción -muy real- de la -esta sí- mayoría mayoritaria: esa que se dedica, al diario, a sus menesteres?
A esa mayoría -mayoritaria, que decía- tales estrategias propagandísticas nos empiezan a 'poner' más de lo conveniente. Ello así, porque la intención de tal montaje 'populista' es recrearnos con ese entremés, beneficiándose de un escenario casi de Premio Nobel. Ya se entiende, su regocijo. Después de todo: se verá en medio mundo, puede que hasta en Grecia. Y todo, gracias a la cobertura de los 'Premios Princesa de Asturias' que tanto les parecen molestar.
Se les ve -revolución permanente, mediante- el parentesco 'trosko': después de todo, es conocido cómo algunos de lo miembros destacados del gobierno del malhadado presidente Bush Jr., lograron imponer, por un tiempo, aquello de que la realidad (fenomenológicamente), como tal, no existe; sólo existe la realidad (la visión de) que nosotros imponemos a través de los medios de comunicación. Y es sobradamente conocido el origen universitario 'trosko' de tales 'amigos' del niño Bush. (Qué extraños compañeros de cama hace la vida ¿Quién lo diría de la crema de los podemitas? ¡Con lo rojos que parecían!).
Durante casi 40 años los actuales anarco-podemitas, o sus antecesores de toda laya, no pudieron alcanzar -no ya la mayoría- ni si quiera una minoría, más allá, del 10%. Total, en unas treinta elecciones de ámbito nacional. Que la democracia, además de la ocupa, también es eso. Pero su monomanía contra la monarquía -que consigue, que muchos republicanos acabemos por sostenella, de momento- se está convirtiendo en una pesadez enfermiza. Pues el cambio formal de la Jefatura del Estado, no beneficiaría un Euro a la resolución de las dificultades actuales del país. Todo lo contrario: ayudaría a empeorar los niveles de convivencia-cooperación. Ignorarlo significará volver al capítulo cainita de nuestra historia ¿de verdad se creen que nos vamos a creer lo de una una nueva Constitución -porque cambiar el Régimen significa eso, y significa romper con el mayor período de estabilidad en Siglos, para seguir a una cuadrilla de aventureros oportunistas.
De eso, en definitiva, es de lo que tratan los 'ocupas simbólicos', cuando 'algunos' concejales tienen que hacer 'apartes' fuera de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de la muy ¿noble? Ciudad de Oviedo. Pero la que quieren montar a la puerta del Campoamor, no es, precisamente, en un 'aparte'.
Con todas seguridad, a la mayoría de los ,asturianos, tales actos simbólicos y pacíficos no nos parecen tal. Nos parecen absolutamente rechazables, o algo peor. Tanto como la indignidad y la falta de decencia política de la 'listilla' mayor del Consistorio que 'no sabe' con cuántos concejales cuenta para dar tal escándalo en... la.Escandalera.

12 octubre, 2015



DON SANTOS JULIÁ: "érase una vez..."



PÁGINA DE OPINIÓN
En 'El País' 11. Oct.2015)
Este 'pobrecito escribidor' está convencido de que la pluralidad de las fuentes y de las opiniones es una exigencia intelectual imprescindible, por eso, trata de huir de la repetición, aunque en ocasiones no resulte nada fácil pasar de largo. Y eso ocurre con esta PÁGINA DE OPINIÓN de Don Santos (Pareciera, que desaparecido Javier Pradera, Cebrián en otros menesteres, es Juliá quien recoge el testigo).
... Cuando yo era poco más que un guaje, había un general, y un país bastante pobre. Sí, había ricos, o catalanes, o vascos, o algún potentado -hijo de estraperlista madrileño-, pero el país era pobre.
Entendimos, que estudiar y trabajar era la única salida que nos quedaba: no había, entonces, centros 'ocupa'. Y empujar "la estaca": algún día caería; aunque el guionista -Llac- acabará pasándose de bando. O casi.
Hoy, de nuevo, el maestro ferrolano -que de todo dan los países- vuelve a dar en el diez, y, porque no hay once, con ese 'érase una vez', trayendo al cuento el recado que Vicens Vives le envió a Azaña, cuando en medio de la guerra (in)civil, estalla en Barcelona otra guerra civil -o ataque de rauxa-, entre* el POUM y el Partido Comunista como legalidad republicana(?). Entonces, Vives, reconoció la actitud y la oportunidad del apoyo del Presidente, en mitad de su enfrentamiento con Rovira y Vigil, quien le reprochaba falta de sensibilidad catalana en sus opiniones sobre Fernando el Católico (Ferrán II), pues sostenía -Vives- que "en la documentación de la época no hay nada que revele un estado de consciencia(sic) nacional". No fue flor de un día: fue la posición que el maestro de historiadores, catalanes y españoles, sostuvo hasta el final; recordando "el daño ocasionado por la revolución romántica, hasta hacer confundir el romanticismo con la historia nacional, y advirtiendo a la juventud catalana que el separatismo es una actitud de resentimiento colectivo, incompatible con... "
Resulta admirable esa porfía de Juliá. La sencillez y la claridad de su 'hilo' histórico merecería mucho más reconocimiento, en este país confundido. Sin embargo, son tiempos -como casi siempre- para las estrategias oportunistas, o sea, para los 'científicos sociales' que él denuncia. Charlatanes de plató del sábado noche, o de la plaza de mi pueblo ¡Qué más da! Si la 'rauxa, debe de ser un cuento para niños. Acabarán consiguiendo levantar la tapa de la caja de Pandora, y le meterán mano a 'la Pepa' -cosa distinta de ponerla guapa-, y hasta acabarían por darse a la Taifa, con fruición; si antes no se dieran con los tratados -y la conveniencia- de la Unión Europea y, a más abundar, con el Derecho Internacional que se sigue en las resoluciones de las Naciones Unidas. Y quizá hasta con la lógica del mismísimo sistema solar. Bastante les importa, si están sufriendo una especie de secuestro emocional, como los adolescentes cuando se enamoran. Ya sabemos que, si porfiamos, nos endosarán sus correspondientes 200.000 millones -en Euros- de deuda, y las pensiones que las pague santa Rita.
En ese escenario -en la Taifa-, Cataluña quedaría en tierra de nadie. lo que quedara de España: regiones, puede que alguna nacionalidad, se enfrentaría a las oportunidades que el existir determina.
Las potencias de la Unión Europea percibirían el riesgo en cadena y las emergentes: China. India y otras, también se situarían ante esas oportunidades.
Y todo empezó el malhadado día que se les cedieron -habría que decir; regalaron- las competencias en Educación. Una tras otra cohorte, los nuevos catalanes que van llegando a la escuela, sufren una inmersión ideológica** que determina, fatalmente, el cambio de pertenencia, amén del no reconocimiento 'de facto' del bilingüismo legalmente establecido.
Les iría bien a los nacionalistas una reflexión -con mucho seny- sobre la ley universal de acción reacción. Antes o después, el péndulo volverá a llevarse la rauxa, a las Gelis que casi demolieron desde dentro al Partido de los Socialistas Catalanes, para acabar pasándose de bando; a las Urbasart que ahora sólo ven la sobreactuación del 'Niño de la coleta de Vistalegre' y su cuadrilla -la galaxia 'podemita'-, que no supieron salir de la marginalidad light del unionismo (debería de ser valiente y llamarlo como se debe: 'español'), o que no hicieron hincapié en la voluntad de celebrar el referendum; o considerar -la Urbasart, digo- un error criticar a David Fenández (CUP), "con el que en definitiva estamos del mismo lado de la barricada".
¿Acaso no ven tras sus jeremiadas? Si lograran sostener su empeño y 'desconectar': España, la nación española, entonces, aparecería rota, dividida***, separada de Cataluña (sí, claro que nos duele), y esta, no menos dividida.
¿Cómo tenemos, pues, que tomarnos los otros españoles esa acción, cuál será nuestra reacción. ¿Comprar cava? ¿Ignorar aduanas y aranceles? O mejor aún ¿Cómo llevaremos lo de 'SÚMATE, Asociación de independentistas castellanohablantes', o sea: españoles? Eso sí que es todo un Oxímoron. Es como nombrar una 'Asociación de ladrones policías' ¡Pobres! No les vamos a llamar renegados...
Asociación, decíamos, promovida por los señores -charnegos a conciencia- Fernández y Baños. Este último, presidenciable...
Pero lo que tratan -POR TODOS LOS MEDIOS-, hará que llegue aquella hora y que se vuelva a oír: ¡ESCOLTA CATALUNYA!

* Comentada en este Blog, 'a propos' de las concomitancias entre los 'antigua LCR' (Liga Comunista Revolucionaria), los troskos y los, hoy, perdidos por el mundo podemita.
** Lo de "lingüística", resulta una mentira mal intencionada, para no llamarlo como se debe: "ingenieria social" sin precedentes en país civilizado alguno.
***Es fuerza reconocer que torpezas como la del Ministro del interior -catalán para más inri- cambiando de tapadillo la dependencia de la DAO, de la policía, a golpe de ceses, mezclados con los casos Gürtel, o ático de Ignacio González, mientras combatían el soberanismo con inestimable éxito de.. los nacionalistas: tan sólo ayudan a estos.

07 octubre, 2015



LOS DEL PRIMERO DERECHA...(2)



... del área metropolitana de Barcelona ¿Podrán, en un futuro, ejercer el DERECHO A DECIDIR?
Ese área, donde es mayoritario, todavía, el sentimiento unionista -a España- ¿Podrá ejercer tal supuesto derecho en caso de que Cataluña consiga la secesión? ¿Dónde está la medida? ¿Definitivamente es el tamaño lo que importa a/de los catalanes/as? ¿O será la cuestión fiscal, ya que los residentes/votantes en ese área pagan proporcionalmene más que los residentes en las otras áreas de Cataluña, que sí son más independentistas? La cosa se parece cada vez más a la caja de Pandora.
Pudiera ser que la pregunta -de entrada- resulte capciosa, puesto que tal derecho, como bien saben todos los expertos jurídicos -nacionalistas o no- , no existe. Pero no por ello deja de ser legítima. ¡Por qué iban a tener menos derechos esos ciudadanos que los del resto -un suponer-  de Cataluña!
Sin embargo, ese no es el conflicto. No: el verdadero problema se sitúa en la imposibilidad de una minoría -de burguesía catalana- para tolerar la prevalencia, la centralidad histórica de Castilla. De otro modo, no se explicaría que, en la última mano de la partida de la guerra hispano-francesa (1635-1659), se pasaran al bando francés para, al cabo de diez años -y tratados como se merecían por el gabacho-, volver con 'los castellanos'. Se tornó a las andadas, en menos de medio siglo, en la guerra de Sucesión (1701-1713), en la que castellanos, catalanes (Rafael Casanova, no se olvide, peleó como español) y europeos se partieron en dos bandos, pero en la que una parte de Cataluña no es capaz de asimilar la derrota, ni el abandono del pretendiente austracista, que consigue el Imperio germánico.Y, finalmente, algo tan obvio como: que las guerras carlistas y, sobre todo, la guerra incivil (1936-1939) lo fueron entre dos bandos españoles, a pesar del increíble delirio que hoy, según parece, se enseña en la escuela catalana. De modo que, hasta aquí, a pesar de la intolerancia de esa burguesía catalana -y aun de la CUP (¡Quién lo diría!)- es un relato, una cuestión, entre españoles. No importa de que lado del Ebro: Españoles.
Esa es la evidencia histórica; pero para desentenderse de Castilla, es preciso terreno más propicio, de modo que lo buscan en la única realidad donde 'podrían' sostener sus pretensiones: el "DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO" (En adelante DIP), que sólo plantea un  problema: lo que reconoce es el "DERECHO DE  AUTODETERMINACIÓN". En ningún caso se reconoce y, por tanto, no existe el tan traído y llevado -en Cataluña- "DERECHO A DECIDIR". Y se plantea así, porque se pretende que un 'pueblo cultural', o 'minoría nacional', es libre de determinarse como tal. Pero esa sería una libre determinación mediada, en primer lugar, por la Constitución española vigente, después, por los tratados de la Unión Europea y, finalmente, por las resoluciones/(DIP) de las Naciones Unidas.
Se sigue, por tanto, que el traído "DERECHO A DECIDIR" constituye un enorme fraude político; con independencia del éxito propagandístico alcanzado, cuando es invocado por buena parte de la ciudadanía -los Joan Manuel Serrat-, al expresar que: "aún opuestos a la independencia SÍ están conformes con el derecho a votar, es decir, a decidir". El fraude llega al "desideratum" cuando conspicuos representantes, hijos o descendientes de castellano-hablantes, los tales Baños o Fernández, asimilados y agradecidos, llegan a liderar la exigencia  de tal derecho. (Partir la casa del pedre, en vida). Pero tal exigencia, sólo tiene  una respuesta en el DIP: "ese derecho corresponde al conjunto del cuerpo social de un Estado"(sic). Y hasta aquí llega todo el recorrido legal.

La evidencia legal dice que:
1: SECULARMENTE NO EXISTIÓ UN ESTADO CATALÁN, SÓLO EL ESPAÑOL.
2: NO EXISTE "EL DERECHO A DECIDIR", SÓLO EL DE AUTODETERMINACIÓN.
3: EL "DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN" CORRESPONDE AL CONJUNTO DEL    
    CUERPO SOCIAL DE UN ESTADO.
Toda la agitación y propaganda nacionalista tiene un propósito único: salvar ese  insalvable, triple, obstáculo. Lo hacen, buscando un resquicio, con un experimento de ingeniería social sin precedentes: lo que ellos llaman "normalización o inmersión lingüística", y que en realidad constituye un proceso de 'eliminación' de la identidad cultural o lingüístca  de una minoría, casi mayoritaria. Se trata de 'eliminación', porque no respeta la realidad bilingüe que se da en la  Comunidad. De facto, elude la aplicación de la Ley en vigor, y, todo ello, en  procura de ese 'supuesto' resquicio: "la afirmación de una nación cultural o de una minoría nacional" -apoyada en UNA realidad lingüística- que ostente, así, los elementos de estatalidad, que les permitan afirmar el 'principio de efectividad', para acogerse a "la no prohibición de que los 'pueblos culturales' aspiren a la formación de un nuevo estado". 
Contra esa esperanza se alzan las realidades del amigo Sancho: En primer lugar todas las demás resoluciones* del DIP y en segundo, el orden práctico: El 90% de los estados del planeta son plurinacionales; la afirmación activa de la secesión produciría la inimaginable reacción mundial en cadena. Al respecto, en la Unión Europea estarían en el mismo supuesto de derecho: pueblos como el catalán, el vasco, el  gallego y el aranés en España; el alsaciano, el bretón y el corso en Francia; los bávaros en Alemania; los flamencos y los valones en Bélgica; los escoceses en la Gran Bretaña; los tiroleses en Italia; a los que se sumarían los kosovares de Servia; los servios dentro de la república de Bosnia; los húngaros de Voivodina en Servia; los albaneses de Macedonia; los absajos y osetios de Georgia; los... más de cincuenta naciones culturales o étnicas reconocidas en el planeta.
Así que nos enfrentamos al mundo al revés: contra lo que está ocurriendo en Cataluña, tendrían que ser los antisistemas -pero asimilados- Fernández y Baños, los que aclarasen a Junqueras y Mas que, en ese mundo real de por ahí, y en el Derecho Internacional, la lógica dominante son las fuerzas centrípetas o de unión, y se están volviendo imposibles las centrífugas o de separación. Claro que lo saben, pero los muy cucos, en su intento de quemar las naves -cosa tan española-, nos quieren confundir
¿Quién guiará al par de ciegos que se pelean por guiar a los catalanes?


* Para los que somos legos en derecho:

1 El DIP ha regulado aspectos de los pueblos o naciones culturales dentro de la categoría de "minorías" nacionales.  
2 El PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles... y Culturales), bajo los auspicios de la ONU liga especialmente -aunque no únicamente- el derecho a la Autodeterminación a la participación en elecciones periódicas para la configuración de los órganos de gobierno del Estado.
3 El DIP no ha prohibido a los Pueblos culturales o lingüísticos que aspiren a crear un nuevo Estado mediante la secesion. Se aplicaría el citado 'principio de efectividad'; pero la Resolución 1514 (XV) ONU establece de modo categórico que: "todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Únidas".  Y aquí debería de terminar la pendencia.
4 Art 2.4 y 2.7 de la Carta de la ONU. Correspondiendo en Derecho Internacional al conjunto del cuerpo social de un Estado determinar su condición política.
5 En los distintos conflictos históricos, las Resoluciones ONU no reconocen el Derecho de Autodeterminación: 
Resolución Consejo de Seguridad de la ONU 169 (1961): Katanga dentro de la República del Congo. 
Resolución AHG/51(1967) de la Organización Unión Africana, promotora de la libre determinación de los pueblo de África: Biafra asunto interno de Nigeria.
Resolución Consejo  de Seguridad de la ONU 874 (1993): Nagorno-Karabaj  dentro de la soberanía e integridad de la República de Azerbayán.
En la misma línea se ha pronunciado el DIP en los casos de albaneses-Macedonia, el intento de partición de Chipre, incluso kosovares-Servia o Chechenia-Rusia; considerando los intentos de secesión de un 'pueblo cultural' como un asunto de orden interno.



































30 septiembre, 2015



LOS DEL PRIMERO DERECHA... (1)



... Porque les da la gana, deciden que no pintan la fachada o que no pagan la luz. Tal que si fueran catalanes. Lo cual abre una discusión envenenada: quién puede o quién está legitimado para tomar qué decisiones. Los enfretamientostos bíblicos de Caín o de Esaú, después de todo, no fueron más que mitos con los que la humanidad fue aprendiendo a codificar los conflictos, que siempre lo son, por la decisión de quién tiene más o mejor primogenitura, es decir: "derecho". Eso de codificar los conflictos, pues, quiere decir: establecer reglas y guardar la quijada o el plato de lentejas. Y desde aquellos primeros tiempos del neolítico, en realidad, la pelea, de lo que trata es de qué, cómo, cuándo, cuánto y, sobre todo, quién pone las reglas. Como aquí y ahora entre la Rauxa y el Seny. O sea en Cataluña. En las facultades de Derecho se encargan del asunto, pero como en el corazón mismo de 'la dialéctica', siempre tenemos un pie, al menos, en arenas movedizas. La realidad, la sociedad, siempre van ese pie por delante del legislador. Y así que pasa una generación, lo acordado -lo pactado y rubricado- vuelve a ponerse en cuestión: Caín o Esaú, no han muerto. La querella por el derecho a decidir sigue y seguirá viva.
La de ahora, parece ser, lo es por el tamaño. Opina el sabio Innerarity que las comunidades entre uno y diez millones de paisanos tendrían (buen tamaño para la...) gobernanza, es decir, algo así como una buena administración de proximidad. Y siendo consecuente, Daniel, acaba de presentarse -si quiera testimonialmente- en la lista de la Usúe de Navarra. ¡Mira que tengo admirado al Innerarity! Jo... que un tipo con fama de poder dictar un libro, de un tirón y sin correcciones, acabe de cierre en la lista electoral de los 'berzas'... Me parece para parafrasear al mismísimo Trillo.
Pero ocurre, que para un listo, otro: este Blog abría el año con una tira 'in memoriam' del tío Ulrich, previniéndonos ante "la sociedad del riesgo" y que -a pesar de ser un texto que ya tiene treinta años- considera que los verdaderos desafíos vienen del exceso de pericias tecnológicas, químicas y hasta farmacológicas. Excesos capaces de poner en riesgo nuestra seguridad, tanto individual como colectiva. El peligro está en el viento, que diría, hoy, Dylan. Y las consecuencias colaterales latentes, por ejemplo, en el "DESCONOCIDO" TTIP -Tratado de Libre Comercio, entre Norteamérica y la Unión Europea- pueden hacer que un inofensivo vaso de agua -¡O de vino!- se conviertan en un peligro inadvertido. Ese tratado si es un riesgo para sociedad europea: no controlamos quiénes tienen la pericia; lo que creará una nueva dependencia de esta sociedad: los afectados ya no serán competentes, ni bien informados, en las cuestiones vitales, y necesitaremos una 'mediación': por la que dependeremos del conocimiento ajeno. Esa relación con las 'cosas de la vida' o con el DDT, es la característica de "la sociedad del riesgo".
Así que, en la UNIÓN EUROPEA -el TTIP-, esa es hoy la cuestión del derecho a decidir.
Mañana hablaremos del derecho a decidir de los Fernández o de los Baños, que quieren cambiar de casa, o, no entendemos, si lo que quieren es pintar la escalera del primero derecha ¿O era izquierda?

14 septiembre, 2015



ASTURIAS...


...lo astur y los astures.
-Carta a un amigo-

Amigo Josu -espero que de algo más que de 'facebook-: Hace algunos días replicabas a mi artículo 'CATALUÑA 2' -que estimabas denso y retórico- citando un auténtico memorial de agravios, perpetrado en los últimos años, contra nuestra 'media lengua' vernácula o materna. 
Ya imagino: ¿Qué es eso de 'media lengua? Pues... la realidad. Cuando la sociedad o los políticos necesitan normalizar una lengua, es que no está normal. Que su situación y uso no son normales. Y en este, como en muchos otros casos, la situación viene de siglos. Nada anormal. una lengua, que es algo vivo, evoluciona -cambia- hasta hacerse inentendible en... unos 6000 años. Y el estado de la nuestra es el correspondiente al de un grupo social alejado de la 'centralidad' y del peso políticos, hace ya más de un milenio. Una lengua, claro, podría sobrevivir sin esas circunstancias, lo que, de hecho, es algo común; pero el problema de la nuestra es que las otras circunstancias tampoco han ayudado. Aquí, no debería tener que afirmar mi amor por el terruño, pero lo hay; lo que sucede es que hay amores ciegos y amores críticos, y mezcla. El mío, evolucionado con la vida, a ti, seguramente te parecerá bastante crítico. Y, aunque es un sentimiento construido de emociones, más que nada, trataré de hacer entender su lado crítico.

Cuando creció mi generación, este país se preparaba para dejar al espadón atrás. De hecho, todavía recuerdo una banderina, azul y cruz amarilla, adquirida quién sabe como, que colgamos en el balcón de mi casa el día de San Pedro, un año o dos antes de morir el espadón aquel. Excuso decirte que -aparte el Ayuntamiento, si no lo olvidaban- era una novedad absolutamente desconocida por nuestros lares. Claro, que no tenía mérito alguno, en las 'manis' de la capital del reino, donde nos curtíamos con lo de: "amnistía, libertad y estatuto(s) de autonomía", ya nos comenzaba a mosquear la profusión de senyeras e ikurriñas. Y claro, todos teníamos abuela, o sea, terruño. Y ese fue uno de los primeros errores de perspectiva: no nos dimos cuenta de que el territorio vasco y el catalán habían sido las niñas de los ojos del régimen aquel. Mucho sacar pecho contra los separatismos, pero a la hora de la verdad coparon los presupuestos para infraestructuras y la inversión que creaba puestos de trabajo. Y ese sí que era un poder fáctico. Así que toda la carrera en pos de las señas de identidad, o de su reconocimiento, fue en balde, o peor: un coste de oportunidad negativo. Tenían la posición ganada y no la iban a abandonar.

Una mirada calma a la historia nos diría que: Desde el siglo X, cuando el rey Magno decidió sentar sus reales al 'otro lado' del monte, -en el sitio estratégico de los astures- donde la vieja Lancia, a la vera del Porma y el Esla, volvía a ser capital para llevar la conquista, esta vez, al sur.
Este excurso, más allá de Pajares, viene a cuento porque el viejo terruño de los astures, llegó bastante más allá: hasta Coca en tierras de Zoelas de Segovia o portuguesas de Miranda do Douro (Donde el bable, o astur-leonés, es la segunda lengua oficial del estado portugués).Incluso, el sustrato liguístico bable, alcanza Cáceres, y dicen malas lenguas que, 'ruta de la plata' adelante, también a algún lugar de Badajoz. Pero eso eran los astures cismontanos; los trasmontanos, los actuales asturianos, sólo somos la Asturias de Oviedo, las otras: la Asturias de Ribadeo, la de Santillana e incluso la Vizcaina, que de todas hubo, se las llevó la historia, con la capitalidad, al reino de León*, que los cazurros, suyos son. En todo ese reino y en el siglo XI   se hablaba en fala -se excuse el pleonasmo-, o seguramente en falas. Ello así, porque fatalmente -para nuestro asunto- la hegemonía política fue a parar al rebelde Conde de Castilla, Fernando I. Tras la batalla de Tamarón (1037) se convierte en Rey de Castilla y León. Esa hegemonía es la que da el papel de centralidad, de intercambio, que decíamos el otro día, al español. Y en el siglo XIII de Alfonso X el sabio es, finalmente, la lengua dominante en la península, para acabar siéndolo de los territorios de la Monarquía Hipánica.
Y triste: la fala, el astur-leonés, el bable, el mirandés o el payuezu; quedaron relegados al papel de lenguas vernáculas, coexistiendo con el español. Triste porque no dejaron de retroceder en el territorio y finalmente acabaron en un engendro híbrido del castellano. Eso es lo que se hablaba a la altura de mi generación. Y, además, con la connotación peyorativa de lenguaje de aldeanos. La proximidad formal, románica, de ambas lenguas, en definitiva, no dejó de favorecer a la lengua del poder, y, eso es algo que ninguna política de normalización lingüística podrá revertir. Aquella vieja paso por Irlanda hace ya siglos, pero no volverá. Es la Historia. (Aquí sí, con mayúscula).

Lo que cuenta es que, al final, entre nacionalidades y regiones, nos acabaron por dar gato por liebre: la Asturias trasmontana quedó más incomunicada que refugiada, tras el Pajares. En realidad, después del premio -simbólico- de consolación de "el Principado", durmió una larga decadencia rural, en la que la iniciativa era marchar de adolescente a hacer las Américas, y, durante la que nos quitó la fame el retorno de unos cuantos patacones, pero sobre todo de los frijoles/fabas, las patatas/indianas, que aún las llamaba mi güela, el maíz o el tomate. Jovellanos lo intentó, pero hasta el carbón y su secuela siderúrgica, no se inicia 'el despegue'. Aunque no era petroleo, y era poco y malo. De todos modos, entre la primera gran Guerra y los sesenta, la "provincia" figuró notablemente en el P.I.B. o la "per cápita", pero no nos engañemos fue flor de un día. 
Entonces comienza una historia, con lógica difusa, entre lo casual y lo causal: Solís, 'la sonrisa del régimen', negociaba a cara de hiena en las cuencas mineras: "carbón, más carbón", no se podía parar la máquina, que tanto había costado poner en marcha en los 50. Hombre, ya puestos, una factoría siderúrgica, por aquí, otra por Gijón; eso sí, el Ministerio -de Industria, por supuesto-, aquel de ministros con apellidos endiablados, deja los laminados, o los redondos, con valor añadido, en Sestao o, por ahí, cerca de las Arenas. Aun así, Avilés era un regocijo -donde Luz Casal fue una muchacha de aquel tiempo, antes de ser gallega-, y al que invadieron los coreanos, es un decir; por si fuera poco, producíamos electricidad y aluminio por un tubo, y lámina de cristal, y barcos, y... pero algo ¿Casualmente? falló. Todo lo anterior, que no era poco, no fue suficiente para detener la entrada en barrena económica y demográfica de la, ahora, comunidad.
¿Causalmente? Puede tener que ver, que esa economía con todos esos fundamentos, tuviera un talón de Aquiles, o dos: como una carencia crónica de comunicaciones, o una gravísima falta de peso, en ese ministerio de ministros con apellidos tan impronunciables. Vervigracia: si extendemos la Siderurgia de Avilés hasta Gijón y no la limitamos, alcanzará una masa crítica por encima de 10 millones de Tdas. de acero anuales, que arrastrará imparable el desarrollo de otras áreas carentes en el entorno, industria auxiliar, montajes, etc. Pero si la malcomunicamos, sólo un poco, pues... podría ocurrir que allá por el año 68, algún von Krupp cualquiera, ante la perspectiva de bajar Pajares en coche y con la niebla típica de la estación, desistiese de tal viaje y ordenara la venta de su parte. Además, el alemán, conocía el estorbo del proyecto 'genial' de Siderurgia  de Altos Hornos de Vizcaya, entre naranjos valencianos. El colofón, siempre en el filo de esa raya difusa, entre lo casual y lo causal, es que ante tal densidad energética e industrial, la burguesía, el poder, los políticos o el capital asturiano, no supieron, no tuvieron la lucidez o la capacidad de asegurar alguna de las piezas básicas del puzzle: las comunicaciones con la meseta llegaron más que tarde y mal; ni energía nuclear, ni refinerías; a pesar del exceso y la proximidad todos los insumos, ni una fábrica de vespinos o de furgonetas 2cv, nada; retener y potenciar la industria transformadora, menos. Si somos capaces de un superpuerto en Gijón: desbarajuste, y, además, uno en Bilbao y otro en la Coruña, no vaya a ser. No puede dejar de recordarme el fatalismo fácil de aquella novela colombiana ¿O era crónica?

Ahora, Asturias, es una Cominidad casí irrelevante en el sistema de poder actual. No cuenta. La "densa" historia -amigo Josu- que acabo de relatar, finaliza, por ahora, con el dato del peso de su población en el conjunto de España: a mediados del XIX, a pesar de la masiva emigración americana, era aproximadamente del 4%; pasado mediados el siglo XX, en el momento de su máximo peso industrial y energético, todavía era del 3,5% de la población, y mayor en la economía; ahora está bajando, acercándose al 2% en la población y por debajo de la media en el P.I.B.**

Comprendo que aquella banderina en el balcón de mi casa, todavía no ha perdido su carga simbólica, y continuará muchísimo tiempo en el imaginario colectivo. Comprendo que a un asturiano determinado, y aun a muchos, les resulte intolerable que desde la "Xunta Xeneral del Principáu", desde la Universidad de Asturias, desde Ayuntamientos o desde otras instituciones, se muestre tal 'intolerancia' -y, añadiría, desprecio- a la lengua de  nuestro mayores. Pero Asturias no será  bilingue y mucho menos trilingue; es un pequeñísimo territorio dentro de una UE, que, a su vez, corre también algún riesgo de irrelevancia en este planeta lleno de Chinos e Indios; quizá, antes de llegar a mediados de siglo. No, como mucho, los rapacinos aprenderán en la escuela los fundamentos del Bable, un buen inglés básico y 'español' vehicular, como es debido. 
La costumbre, desde el otro lado del Pajares, le hace a uno ver más de cerca ese mundo -cosmopolita, lo llaman- y también, reconocer esa historia de la pérdida de centralidad, de poder; o, incluso, que por muy asturiano que uno se sienta (Todavía, hasta masticar lo de 'coger la flor', por bajinis, cada vez que pasa la raya de Pajares, o ahora del Huerna), lo mejor que podemos hacer los astures es aceptar la realidad, la de aquí, ahora. (Que los gallegos sigan corriendo tras vascos y catalanes)
Asin ye, guaje.





*  Algún cronista y en algún tiempo lo llamó Reino de Asturias y León, Pero acabó siendo el Reino de León. El joven león rampante, acabó desplazando a la vieja raíz sánscrita "Sthura": Ancho, como el rio Esla de los Astures.
** Añadir, que tu pueblo en los últimos cien años pasó del 2% de la población de Asturias al 0,5%. No tuvimos más remedio que irnos. Y, algunos, menos mal que no tuvimos que aprender otra lengua para que nos dejaran ganarnos la vida, o para ser aceptados, malamente.


















        


06 septiembre, 2015



CATALUÑA... (2)

...Escucha:

Se quiéra no... la cuestión catalana se encamina a cerrar un ciclo en estado de máxima inestabilidad. Las encuestas acaban por dejar a la vista lo que el intento plebiscitario -huida hacia adelante- no pone de manifiesto. La insolvencia se hace cada vez más patente, y conspicuos representantes de Fomento del Trabajo Nacional (la Patronal catalana) hablan abiertamente del desastre de las cuentas de la Generalidad, por otra parte, cubierto o avalado por el Estado español; en unos términos que explicarían la negativa nacionalista a aceptar un Estatut con prerrogativas económicas por debajo  de los conciertos vasco y navarro. Pero esa es una cuestión insoportable a medio plazo en términos hacendísticos. Amén, de una anomalía a suprimir en la Unión Europea: de manera que la verdadera cuestión de fondo, la otra, la lisgüística, tiene  un lado más instrumental, como veremos.

Ciertamente esa comunidad tiene personalidad histórica y cultural propia, pero esa es una historia común -en mayor o menor grado- al resto  de la península. Cumple recordar al respecto que, si en el medievo ya estuvo sujeta a una lógica histórica centrípeta, que podía responder a los equilibrios de poder (contra) de las naciones que emergían en Europa, en la actualidad esa lógica ha cambiado de signo (con). Los 'jurídicos' nacionalistas no pueden no saber que el TRATADO DE LA UNIÓN EUROPEA dice en su Artículo nº4, aptdo 2, taxativamente: "La Unión... respetará las funciones esenciales del Estado, ESPECIALMENTE LAS QUE TIENEN POR OBJETO GARANTIZAR LA UNIDAD TERRITORIAL...", que traducido al catalán, u otra cualquiera de las lenguas de los 28 estados miembros, quiere decir exactamente, y nada más que, lo que dice.

Las dos evidencias citadas se relacionan, con seguridad,  con la tendencia creciente -en las políticas nacionalistas- de rasgos totalitarios tan bien explicada por H. Arendt en Los Orígenes del Totalitarismo: "...transformar a las clases en masas -de apoyo acrítico a un proyecto nacionalista-; el uso -crecientemente exclusivo- de los medios de Comunicación y la búsqueda de aislamiento, ...la división social entre quienes piensan que todo lo pueden, y aquellos para los que la impotencia de actuar sobre su realidad es la experiencia habitual de sus vidas".

La persistencia en las encuestas de determinadas tendencias,  revela una realidad política compleja en Cataluña: la del nacionalismo radical que a pesar de la conyuntura de crisis económica no consigue romper el techo permanente, por debajo 30%; la españolista, que no quiere cambios para las competencias actuales, y sí, ha mermado hasta el 17%; y, la que rompería la estrategia plebiscitaria nacionalista, la tercera vía, que se acerca al 50%, si bien, con algún tipo blindaje de competencias o pacto federal. Esas tres tendencias constituyen un verdadero rompeolas del mar de fondo y, a la vez mito, de la sociología catalana: la relación clásica entre un pueblo, una lengua y una patria. Pero fatalmente, esa esa relación no se cumple, tal cual, en el presente caso, al cometer el nacionalismo una especie de inexcusable sinécdoque: pretendiendo confundirse a sí mismo con toda Cataluña, y aún más, con el ensueño de los Països catalans.
Pero la Demografia sigue siendo testaruda, estropeando por igual una buena noticia o el mejor intencionado propósito político: dos generaciones después de que los Álvarez-Fernandez-Martinez-Rodriguez, llegasen a casi el 50% de toda la población de la -entonces- Región catalana, por fin, los residentes nacidos en la comunidad ya son algo más de 4,5 millones; pero los residentes nacidos en el resto de España siguen siendo 1,7 millones; los residentes no españoles 1,2 millones; y no se puede olvidar que más de 1 millón de entre los 4,5 SÍ nacidos en Cataluña, son de origen "español", es decir, no llevan apellidos catalanes.
Es posible, solo posible, que ello explique la resistencia a votar de casi la mitad de ese 80% largo de los encuestados que se manifiestan tan catalanes como españoles. Y también es posible que traiga causa de cierto complejo de agradecimiento por la acogida,  o de resignación a la 'prevalencia de los de aquí', es decir, de la realidad socialmente dominante- como nos contó Marsé-; de la burguesía catalana sobre los Pijoaparte.
No parece acertada, por tanto, la idea de interpretar la pasividad de sectores del electorado, opuesto al secesionismo, sólo porque crean -equivocadamente- expresar así su acuerdo con el régimen autonómico. No, no es eso. De lo que se trata es,  exactamente, de la línea de fuerza principal de ese sistema nacionalista: la llamada inmersión lingüística, de ese enorme grupo de la población que, en realidad, lo que constituye es un genocidio lingüístico, sin precedentes entre las naciones civilizadas, o de las otras. (Inmersión es introducir en el ámbito del conocimiento de una lengua, y genocidio la eliminación de un grupo social o nacionalidad. No parece que la intención continuada del nacionalismo haya sido andarse con eufemismos, sino la eliminación del español como lengua materna de la más de la mitad de la población, por una minoria  socialmente dominante)
La necesidad de implementar tan masivamente población emigrante, chirriaba -y aún lo hace- con mantener las formas sociales de la burguesía catalana: Pijoaparte estaba muy bueno, era un caramelito para la burguesita Teresa-Mutti, pero podría acabar en un incordio y, lo mejor, "después", era la burguesita a sus lingüismos y el charnego a su barrio a robar motos. (Cuando Masé perfila ese charnego, no comete desatino, en realidad, está retratando una forma, una dificultad muy frecuente, para conseguir participar, de una sociedad a la que tanto aportaron. Y, sí, así los llamaban en Cataluña, a pesar  de -o precisamente por- las Teresas).
Así ello, lo que hemos llamado genocidio lingüístico, resulta la clave de bóveda de toda la estrategia política del nacionalismo catalán: no se trata de defender a la lengua propia ante una de las tres lenguas de futuro del planeta; no, de lo que se trata es de erradicar ladinamente el español, en Cataluña, en procura del postulado de la sociolingüistica: "la estructura de una lengua condiciona el desarrollo de la cultura y está influye en la percepción y en el modo de situarse ante la realidad, la identitaria y, por tanto, la política". Esa es la clave de la estrategia para cambiar el 'más del 80%' de ciudadanos que se sienten catalanes a la vez que españoles, a pesar de la ingenua no respuesta del estado central con las políticas educativas o con el control creciente de los 'medios'. Es la estrategia de la tentación de apoyarse en el medio millón de nous catalans marroquíes, y más de otros orígenes. Es la estrategia, a pesar esa mitad poco propicia a votar, pero que siguen sintiéndose tan  catalanes como españoles.
Esa estrategia es la respuesta, el esfuerzo, de décadas de nacionalismo a destajo, de vale todo, de no importar los medios: a pesar de Banca Catalana, la manipulación de TV3,  la corrupción representada en la familia Pujol, del 3%, de la obligada salida de la Unón Europea o de miles de empresas del tejido empresarial catalán; pues a pesar de todo ello, el nacionalismo persistirá en el empeño ¿O será, más bien, una nacionalitis neurótica y obsesiva?
Parece que, realmente, la persistencia de ese 'más del 80%', les hace temer que pasada la ventana de oportunidad de la larga crisis, se alejará cada vez más la soñada independencia, o que esa actitud entre ofendida y displicente con los 'castellanos', de una parte de sus gentes, se vuelva más realista.
Probablemente, algún día, en Cataluña, alguien reflexione sobre el hecho de que en su idealizada Francia, si se rotulan los topónimos en lengua local, se hace en segundo lugar y en tamaño menor, evitando confusiones entre el francés y el alsaciano, bretón, vasco, franco-provenzal, occitano, gascón, corso, catalán o neerlandes, O sobre el hecho de que, los padres que quieran, puedan llevar a sus hijos a las ikastolas, al colegio alemán o al español, pero sin ningún tipo de subvención estatal; de hecho, TODOS lo centros donde se estudia catalán en Francia están subvencionados por... la Cataluña española. Ello explica más que bien, porque, en primer lugar Francia, y, en compañía de otros interesados, nunca aceptará el principio de secesión en una realidad, cuya naturaleza, intención y nombre es la UNIÓN EUROPEA.

Jonh Elliot y Joseph Pérez, seguramente los máximos especialistas en el XVII español, han dejado meridianamente claro que a la altura de 1641, España y Francia se jugaban la última mano de la partida y que, aún en desventaja, la vieja monarquía hispánica todavía tenía la posibilidad de jaque: el tablero -o Jonh Elliot- nos dice que con Castilla exhausta y despoblándose: "la Unión de Armas", a sostener de forma alícuota entre los distintos reinos de Hispania, era la conditio sine qua non, para ganar la mano. Castilla no fue sostenida, Cataluña se puso bajo la soberanía de Luis XIII, y los catalanes acabaron por sostener, con las tropas y dineros que negaron a su Rey... a un monarca extranjero. Los franceses entendieron, y supieron modernizar su país hasta llenarse la boca de Grandeur; aquí, incapaces de dejar la taifa: ni capital industrial-comercial en Barcelona, ni capital marítima en Lisboa, ni gaitas gallegas: decadencia y enfrentamiento, o guerra civil, continuados.
Así que las historias de Pau Claris, o de 'los segadores' del Corpus de Sangre son mitologemas, Como el del Conseller en Cap Casanova,  que aquel 11 de Septiembre luchaba -en la realidad- por  coronar al Archiduque de Austria como Carlos III, rey de España. Luchó, no se olvide, en un bando español, como lo eran Don Juan Prim, los republicanos catalanes Don Estanislao Figueras y Don Francisco Pi i Margall, o los del 36.
En realidad, quienes insistieron en reclamar que el Principado se convirtiera en República catalana, fueron los embajadores del antiguo pretendiente, que -ya convertido en Emperador de Austria- desistió de la lucha por la corona de España. En castellano: que dejó tirados a los los austracistas, catalanes o castellanos.
Como nos recuerda Juan Aranzadi, en "el Milenarismo vasco", para el relativismo cultural de los posmodernos y patriotas varios, no hay Historia -con mayúscula-, hay historias, y cada uno se monta la suya como más le conviene, o más le gusta.

Todo el largo y prolijo exordio viene a cuento de dejar claro que, la manipulación histórica, mediática y educativa a la que está sometida esa comunidad, desde hace décadas, no ha llegado a quebrar la autopercepción de ese 'más del 80%' de ser, o sentirse, tan catalanes como españoles. No ha servido violentar los principios más clásicos de la democracia -isonomía, isegoría e isocraciai-: hoy en Cataluña no hay, de facto, iguales leyes para todos, no sobre la realidad lingüística; ni igualdad de participación, como muy bien atestigua esa gran minoría que, se sabe -desmotivada arteramente- , por qué no participa; y  tampoco isocracia o gobierno de los iguales, pues , de facto, una parte -como si fuesen metecos- no participa.

Por último, el gran engaño de la lengua de los castellanos: EL CASTELLANO. Pues no: EL ESPAÑOL. Sí, la lengua de todos los españoles. Tan claro como lo ven los lingüistas Don Emilio Alarcos o Don Angel López García: allá por el primer milenio, cuando la Reconquista, en tiempos de Berceo, y, entre monasterios de Suso y Yuso, necesitaron un pigdin -una especie de 'inglés en mil palabras'- para entenderse con los vascones que entraban en España -al sur-,  a conquistar en aquella tierra, entonces sin nombre. El sesquilingüismo que practicaban los galaicos, astur-leoneses, navarro-aragoneses o catalanes servía como lengua de frontera, todos la entendían, pero era inasequible a los vascones, motivando la aparición del 'pigdin', del 'español en mil palabras', que desde la llanada burgalesa y del alto Ebro irradió su uso por toda la península, incluyendo judios, mozárabes llegados del sur o europeos traspirinaicos. Era la lengua de los desarraigados, de todos, y no era de nadie; por eso no pudo haber sido impuesta, por eso la usaban los aragoneses, a pesar de que, Zaragoza tardó un siglo en ser conquistada, mientras el Rey de Castilla seguía siendo aliado del Moro. Por qué iban a dejar de hablar los aragoneses la FALA DE TODOS LOS ESPAÑOLES: EL ESPAÑOL.

                                                        Escucha Cataluña a un hermano
                                                        que te habla en lengua: sí, española.
                                                        Lengua de entendimiento y de frontera,
                                                        vieja  lengua de nadie y de todos,
                                                        de recuerdos y glorias, ya olvidadas.
                                                        Lengua de futuro y de cien pueblos
                                                        que mil memorias más ha de guardar,
                                                        Mira a tu alrededor y... oye mi voz:
                                                        el rumor común de los desarraigados
                                                        ¿la has -por ventura- desaprendido?
                                                        Pues, parafraseando a Maragall, Joan:
                                                              ¡ESCUCHA, CATALUÑA!