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26 julio, 2022



LA PRENSA EN CUDILLERO VA PARA DOS SIGLOS

 

    La publicación La Avispa -muy de la historia de Cudillero, sí, muy nuestra- publicaba en castellano, prácticamente en su totalidad. En un Cudillero, con una tasa aproximada del 50% de analfabetismo, y que, naturalmente, no leía ni pixuatu, ni nada. Realidad, a la que respondieron primero los hermanos García-Rovés, a finales del siglo XIX, y los Segas para los reyes de 1915; dotándola de centros de enseñanza que suplieran la carencias en la Instrucción pública de la época. Así que, ni literatura en pixuatu ni nada: 50% de analfabetismo... 

     Esta es la reseña en De...  "CUDILLERO/CODILLERO …la memoria perdida" 



     El 25 de Agosto de 1887 -al año siguiente de la salida del El Defensor de Cudillero-, aparece la respuesta consecuente: La Avispa. Su declaración de intenciones no oculta el picotazo: la defensa de los intereses personales, además de los materiales del Municipio -de todo el concejo-, pues. Refiere el periodista Juan Santana esa aparición como la lógica respuesta -en clave satírica, claro- al leguaje procaz y los ataques personales.

    Los primeros picotazos de La Avispa van dirigidos, con su ironía habitual, a la aparición de su colega (El Defensor… en sustitución de la La Voz), eso sí, dejando clara la identidad del mismo director, y la misma incorrección del lenguaje usado en los ataques personales o institucionales, sin distingos.

    La iniciativa correspondió a su factótum: Agustín Bravo, boticario, periodista y otrora alcalde, que a lo largo de tres etapas fue el espíritu del periódico. La primera de ellas, fue el propietario-director Manuel Álvarez; la segunda, a partir del número 54 -inicio del año 1890-, fue director Agustín Bravo, y administrador el periodista Dionisio Duque, también empleado de la botica; y la tercera -desde mayo del 1890-, Luis Rodríguez, Palique, quien imprimió su personal carácter y alegría a la publicación. Lástima que su oponente ya había abandonado el campo.

    El enfrentamiento de las dos publicaciones, cuerpo a cuerpo, estuvo lleno de picaduras, de burla y de sátira. Salían a relucir, tanto los asuntos domésticos como los nacionales. Finalmente, La Avispa se queda sola: su motejado rival -El Ofensor- se había retirado; de manera que, hubo de dirigir su picaduras a otros destinatarios, preferentemente a las Administraciones, que habían dado tantos motivos como los aquí referidos.

    Para acabar, cuenta el citado Santana: que ni el mismísimo Clarín, se libró de la picadura; con motivo del -quizá no muy exitoso- estreno del drama Teresa.

    Claro que, nunca sabremos si La Avispa había sido su amigo Roque…

    En cualquier caso, para orientación de navegantes, y como es sabido: las cosas no siempre son lo que parecen, ni pueden interpretarse prima facie, Una simplificación optimista o interesada, entre buenos y malos, haría aparecer al sedicente -con la boca chica- Defensor/Ofensor, como prudente socialista; y al Boticario/Avispón, como más conservador. Pero la realidad histórica nos enseñó que tras las fracturas o el desgarro, sobre todo, de la guerra incivil: las ideas, las apariencias o la prédica, no se corresponden necesariamente con la obras; de manera que, podría resultar equivoco clasificar a nuestros periodistas como zurdos o diestros. Hombres  de su tiempo, seguro que en realidad pensaban cambiar todo lo posible, pero, para que todo continuase igual, que dijo el otro, aquel Príncipe “gatopardo” de las Sicilias…






25 julio, 2022



CUDILLERO BONITO y... algo más.

Claro que lo es, no hace falta decirlo, eso se ve...

Pero, necesita infraestructuras de aparcamiento y circulación; servicios y lavabos públicos en los dos muelles (evitar los carteles: "sólo", o para clientes); señalizar el solarium y duchas, como zona no apta para el baño; profesionalización o formación continuada en la "primera" industria... más allá de la oferta estacionalizada para turismo con el segmento de nivel más bajo de gasto visita/día. 

Todo eso, no hay decoración ni trampantojo que lo tape. De otro modo, se convertirá en un reservorio de mayores, cada vez más: invernando en hogares monoparentales, y una orda desordenada en verano. 

Sólo falta un gran incendio... claro, que con los "ocalitos" hasta las cocinas de la villa y el invernadero viniéndose arriba, vete tú a saber...

Mientras tanto, confieso, que a mi también me gustan fotos como esa, pero...

09 julio, 2022



"Carolina querida" (Es un clásico...)

Con mucho respeto, discrepo en algunas apreciaciones: claro que ocupa lugar, el saber... y bastante. Muchos escolares, la mayoría, no muestran capacidad para la asimilación de competencia lingüística en castellano, bable 'normalizado', pixuatu, la versión esa de mal castellano que se habla en Cudillero y, por supuesto, el inglés, El resultado es que un porcentaje elevado de escolares escribe tan horrorosamente, como vemos a diario en las redes sociales, y tampoco usa de mucha corrección oral. Ya no vamos hablar del desánimo de acabar -antes, en la construcción, y ahora, en la hostelería-, al fin, con un mal currículo y un bajo nivel de formación profesional o práctico. 

Paringaux ni está ni deja de estar obsoleta; por el contrario, ella planteo un estudio diacrónico de un habla: el pixuatu, en un momento del tiempo: 1964; en el que analizó las características diferenciales, entonces. Para afirmar que, en Cudillero ya casi no se hablaba pixuatu, salvo las personas mayores del barrio pescador y, preferentemente, las mujeres. Ya se iba imponiendo un mal castellano. Así que, lo que planteas, responde más bien a otro problema: LA NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA, con todas las letras..., que esa sí que responde a un complejo respecto a lo acontecido (por modo político), en Cataluña y País Vasco. Situaciones, desde una historia y una realidad sociolingüística muy diferente a la nuestra. Antes y ahora. 

Así, que no se trata de hablar bien pixuatu, lo que ya no ocurre desde hace casi un siglo. No, se trata de hablar bien la lengua común de todos los españoles, y luego la koiné de nuestra única posible, y futura patria europea: el inglés. Y, luego, el que sea capaz, que aprenda algún bable: el de Colunga, Cudillero, Pajares, Tapia o el 'cuenqués' (ese que hablan en centro-oriente y les 'Cuenques') o, incluso, los patsuezus, que también son astur-leonés; pero no me parece debido que, modernamente, ese "cuenqués" deba de reemplazar a todos los bables. 

Se calce el señor Colubi madreñas o escarpines, no nos vamos a despistar de la cruzada normalizadora y talibán de la Consejería del ramo. Si la señora Piñán quiere ir de paleta, allá ella. Claro, porque saben muy bien que, mientras la Asturias real sea incapaz de responder al colapso demográfico e industrial, lo más pragmático para mantenerse en la burra -el poder- son las emociones, sobre todo, las identitarias... la fala, el terruño ¡Listos! Eso sí, ocultando piadosamente, que es un proceder conservadoramente reaccionario. En eso, sí que son iguales que los conservadores nacionalistas catalanes, vascos y ya, también, gallegos... Así que, apreciada amiga -realmente-: no era un arma arrojadiza, era un intento, con la razón lógica en la mano, de dejar las emociones a un lado. (Con mi aprecio).

07 julio, 2022



Las PLATAFORMAS... o la nueva/vieja política.

Una buena mañana abres el diario y te encuentras con otra pandemia -esta vez cultural o, más bien... incultural- a las puertas de casa. Eso, si no esta dentro; quiero decir, entre los tuyos, los más cercanos.

La cosa viene a cuento de la moderna obsesión: las falas. Resulta que unos paisanos cabreados de tanto mangoneo y despropósito han montado otra Plataforma; esta vez, contra la Cooficialidad de las falas. Se trata de ciudadanos remisos o renuentes a cambiar, a estas alturas, su forma de expresarse, la forma en que han hablado toda la vida. La cual, en opinión de lingüistas académicos (quiere decirse: no talibanes), frecuentemente, resulta ser un mal castellano. Hasta ahora. 

Entiéndaseme, no quiero decir que hablemos mal, no. Lo que ocurre es que desde que en el siglo XIII, la lengua  de corte, la del poder, es el castellano; la nuestra se hizo ¿Cómo decirlo? Más llariega, más de casa. (No se me ocurrirá decir... una diglosia). De manera que, resultó algo desplazada, con el resultado que: sin Academia -ni, hasta ahora, diccionarios como el de nuestro paisano-, o norma única, fue haciéndose particular y diferente en cada valle, en cada comarca; con lo que ahora los pixuatus -si hiciéramos caso- tendríamos que acabar por aprender a hablar como les de  les cuenques. No sé, no me encuentro diciendo les tetes (me suenan más redondas con las Aes de toda la vida).

La cosa es que que se liaron la manta a la cabeza -los de esa Plataforma-, saliendo en defensa de todos aquellos que carecen de la competencia o la voluntad -que es su derecho negativo- de hablar cuenqués; pero, sobre todo, de no tener la obligación de aprenderlo. 

Y, lo peor: emulando a los nuevos almogávares o berzales -no viene de berza, no: es neoeuskara- pretenden, los nuestros talibanes o mandamases... con el apoyo, al parecer, hasta del Barbonzón: que ese cuenqués sea obligatorio para los opositores, los empleados públicos, para el estudio, para dirigirse a las Administraciones o rotular los negocios. Igualito, igualito que sus primos catanes o vascos; sólo que esos piensan, que en realidad los primos fuimos nosotros, creyéndonos el cuento... y colorín, colorao.

Entretanto, y mientas ese sea el cuento, no se hablará en Asturias del tremendo retroceso comparado con otras Comunidades ni, siquiera, con la media española.

¿Cuenqués? ¡Serán bobos!