(Publicado en el nº 8 del Anuario El Baluarte)
-Lo que el tiempo se llevó... -
El mundo tal como era, hace casi cincuenta años, comienza a ser una memoria deshilvanada… de recuerdos imprecisos: cómo se llamaba aquél, o dónde ocurrió tal… Es nuestra condición, o habría que decir nuestra naturaleza. Pero si de Cudillero se trata, hay que sumar otro olvido: no es que sea más grande o más chico, más nuevo o más viejo, no. Es que es distinto: el tiempo -que acaba con todo- nos lo ha cambiado. Se han ido marchando las gentes, primero fue la emigración, luego la biología; lo que se traduce en echar de menos a los fulano o a mengano, a tal familia o al otro establecimiento.
Por mi memoria –todavía- desfila un carrusel de imágenes: las subastas en la rula, entre la barahúnda de carros y camiones,...