Claro, comprendo tu curiosidad: Verás... un financiero tramposo, cos malas artes. aprovechó los -siempre dramáticos- últimos momentos de dos personas con acendrados sentimientos religiosos, para convertirse en algo así como albacea de una fabulosa Herencia o Patrimonio artístico. Para acabar utilizando ese Poder "pro domo sua", y "supuestamente" respaldar así, especulaciones financieras o inmobiliarias que resultaron ruinosas con la última burbuja. Pero, pícaro "buscón", antes dejó enredado lo suyo con lo ajeno, de manera que el patrimonio ajeno: el de la Fundación Selgas, acabe respaldando sus chanchullos particulares de él. Y, lo peor: quienes tienen la obligación "in vigilando", los representantes a quienes mantenemos, pagándoles el sueldo... salen al quite del felón: PRESIDENTES, CONSEJEROS,...