… Es sabido que entretejes, imaginas y perfilas,
tú, muy bien; cuando contrapones el todo y la nada absolutos, inmanentes,
pero... falta un detalle: fuera todo o nada, como diría Sankara, ese
aburrimiento del Brahmán nos lleva a un estado -advaita- donde se borran las
distinciones, el sujeto y el objeto o las diversidades.
Más cerca de
nosotros fue la cuestión entre Sartre y Heidegger, que nos llevaría a la
conclusión de que 'ser' se hace patente, en tanto, sobresale en un momento de
la nada, pero luego se pierde en el río de Heráclito, donde todo cambia... o
sea, en la nada existencial. Sí, al final, tú tampoco existirás. Sólo eres patente,
por un momento, en el espacio tiempo, sólo un poco de movimiento ¡Aprovéchalo,
pues! ¡Carpe diem!
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