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12 diciembre, 2015



BARUCH... /3


¿Por qué el Islam va a un choque de trenes contra Occidente... ?


Cualquier mañana al escuchar distraídamente en la radio, que unos -¿les llamamos jenízaros, o bárbaros?- han dinamitado una iglesia cristiana, abandonada, en algún lugar perdido de Siria o de Irak, seguramente tendremos la sensación de un crescendo, un rumor, que anuncia el choque de trenes. Pues eso... 
Días atrás dejábamos a la Europa de Occidente con los hombres geniales que inician el despegue de la ciencia moderna, que luego traerá la Ilustración y luego la modernidad y... cada vez... más deprisa. Pero los avances del Islam -decíamos- se detuvieron, fuera del terreno militar, y no por azar, sino por la lógica del fenómeno religioso. Sólo llegamos a citar los cinco Pilares del Islam*, al referirnos a esa religión, pero aquí se trata de establecer su naturaleza, para lo cual convendrá una breve mirada a los orígenes históricos y a su Libro 'sagrado': El CORÁN.
Ese texto, transcripción de la palabra de un "iletrado", es considerado "revelación divina" por sus creyentes, y da lugar a la última de la religiones del libro. Lo cual no es nada excepcional: oímos hablar cada vez con más frecuencia de él y no siempre en relación con hechos positivos. Conviene, pues, detenerse a escudriñar su estructura y su contenido, que entendemos está detrás de la característica esencialmente totalitaria de las sociedades a que ha dado lugar. Es un texto divido en 114 capítulos, llamados suras o azoras,  compuestas de versículos -aleyas-, y que refleja muy fielmente la problemática de una sociedad en los comienzos de la Edad media. Y entre esos 'capítulos' interesa especialmente el noveno, la Sura 'At-Tawba'. Dicha Sura que, para ellos, "descendió con la espada": contiene las Aleyas referidas a la lucha, a la 'guerra santa'. Y constituye, muy exactamente, el eje primario del problema: entre los versículos 1 al 29 se encuentran literalmente las siguientes expresiones:

Aleya 3: "¡Anuncia a los infieles un castigo doloroso!"
Aleya 4: "Se exceptúan los idolatras con quien habéis pactado... respetad esos pactos (alianza)"
Aleya 5: "¡Tendedles emboscadas por todas partes!... si se arrepienten, hacen el azala y dan el azaque, (el rezo y el tributo) entonces ¡dejadles en paz!"
Aleya 8: "¿Cómo podéis confiar en ellos? Si prevalecen, no respetarán acuerdos ni alianzas. La mayoría de ellos son malignos"
Aleya 11: "... si atacan vuestra religión combatid... "
Aleya 14: "¡Combatid contra ellos! Dios les castigará con... "
Aleya 29: "Combatid contra quienes... no creen en Alá, ni... practican la religión verdadera, hasta que pagen... "
Sus exégetas, todavía hoy, discuten si los últimos versos transcritos estaban, o no, memorizados.

Ese texto no deja ningún margen a la duda sobre el tipo de relación entre Islam y la violencia. Seguramente era la única posibilidad para unas tribus de beduinos desunidas y atrasadas. Y, entonces, sin duda, tuvo un éxito -profecía autocumplida- fulminante. Así que, aunque buena parte de la autoridad suní interprete que  la obligación sólo incluye los Cinco Pilares del Islam, la historia es testaruda: el los últimos 1400 años años se CUENTAN por cientos -no importa, exactamente, cuantos- los millones de muertes  a consecuencia de esa Yihad, derivada de la interpretación que -quiérase o no- sigue haciendo una parte importante del Islam **. La opinión académica, que no exactamente política, sostiene que cerca de 120 millones de animistas y cristianos en África, 100 millones de hinduistas y 10 milllones de budistas en Asia "pueden" haber muerto a consecuencia de esa Yihad. Lo que seguramente explica los datos del informe Pew Research: el 40% de la población palestina, 30% de la afgana, 20% de la turca, etc., que justifica el terrorismo islámico: la YIHAD.

En estos tres artículos se ha estado incidiendo en el punto de ruptura cultural entre el Islam y Occidente. Aquel, se cerró al desarrollo científico y a la evolución social, definitivamente, en el siglo XIV. Por contra, ya en el primer cristianismo, aparece la raíz de la separación de poderes en los tres evangelios sinópticos; así, Jesús, en un pleito por herencia: "¿quién me ha hecho juez entre vosotros?"; Tercera epístola de Pedro -mandando Nerón-: "obedeced respetuosamente a toda institución humana, Jefe del Estado u otros gobernantes"; Gelasio, Papa de finales del s. V, fijó de manera definitiva la doctrina de los dos poderes: "Él... ha separado para los tiempos sucesivos los dos ministerios (civil y religioso)". En suma, el cristianismo de Occidente lo ha tenido muy claro desde el principio: ".., a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
Entretanto, el mundo islámico fue absolutamente incapaz de desarrollar una cultura, diríamos, civil. La confusión entre los planos religioso, el civil y el social es total, provocando una deriva de confrontación interna - desde el primer califato-, que ha impedido su progreso.  Su fundador aparece en medio de las discordias -nada original, por otra parte-, y los cuatro primeros califas ortodoxos, o relacionados con la familia directa del Mahoma, son asesinados. La divergencia continúa en los siguientes siglos, mientras, en Occidente, se producen una 'Historia criminal del cristianismo'***, o la querella de las investiduras -el Imperio, por el poder civil contra el Papado, por el poder religioso-, que se saldarán con la separación casi total de ambos poderes y la consagración de la suficiente libertad, que permita el desarrollo científico, técnico y económico; en el mundo islámico se cierra la puerta a todo avance por Al Ghazali y los Amohades. El Islam ve a los Omeyas desplazar a sus parientes hasemitas, aquellos por los Abbasidas, Almoravides. Almohades, Mongoles, Seleúcidas, Otomanos... Tampoco faltan los cismas de carácter más religioso: chiís-sunís, principalmente.
Sí, como en el primer occidente cristiano, pero para quedarse, finalmente, encerrados en ese laberinto. La civilización china, la hindú-budista y la occidental, resistieron el choque, y entretanto, el Islam no se activa hasta que aparece el papel protagonista del petróleo, pero más allá del acúmulo de riqueza suntuaria, es incapaz para el desarrollo social y económico, incluso cultural, parecería seguir encerrado en su laberinto "waabita-salafista-integrista", e incapaz de desmarcarse de la visión rigorista y totalitaria que porta en su genética social.   Esa incapacidad, es lo que hoy alimenta la enemiga contra la sociedad occidental  y sus valores o desvalores, de los nativos de aquel mundo e, incluso, de los ya nacidos en Occidente. Creemos que tienen razón quienes afirman que ese choque, sí está teniendo lugar, desde hace 1400 años. De manera que mañana hablaremos de las civilizaciones, en especial, de la nuestra, tal como la veía Baruch en el Tratado y en la Ética .

* Los cinco Pilares del Islam:
1.- La Sahada: testimonio o profesión de fe. Es el primero y más importante -establece la pertenencia-: "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta,".
2.- La Oración, cinco veces al día, etc...
3.- La Limosna o Azaque, de la cuadragésima parte de los ahorros -si las circunstancias lo permiten- a desfavorecidos varios...
4.- El Ayuno en el mes de Ramadán, si no hubiera los impedimentos reconocidos...
5.- La Peregrinación a la Meca, al menos, una vez en la vida, si los medios o la condición lo permiten...
Decíamos (en/2) que esos cinco mandatos del Islam no mejoran, precisamente, la Ley mosaica o los Mandamientos cristianos; responden, más que a un intento de objetivar o codificar la ley natural, a la casuística más particular de un grupo de tribus beduinas tratando de 'imponerse' en la edad media.

**  Daesh, Al-Qaeda, Boco Haram, Al-Shabab, etc.

*** 'Historia criminal del cristianismo'. Karlheinz Deschner: un inimaginable baño de sangre y crímenes.







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