Con mucho respeto, discrepo en algunas apreciaciones: claro que ocupa lugar, el saber... y bastante. Muchos escolares, la mayoría, no muestran capacidad para la asimilación de competencia lingüística en castellano, bable 'normalizado', pixuatu, la versión esa de mal castellano que se habla en Cudillero y, por supuesto, el inglés, El resultado es que un porcentaje elevado de escolares escribe tan horrorosamente, como vemos a diario en las redes sociales, y tampoco usa de mucha corrección oral. Ya no vamos hablar del desánimo de acabar -antes, en la construcción, y ahora, en la hostelería-, al fin, con un mal currículo y un bajo nivel de formación profesional o práctico.
Paringaux ni está ni deja de estar obsoleta; por el contrario, ella planteo un estudio diacrónico de un habla: el pixuatu, en un momento del tiempo: 1964; en el que analizó las características diferenciales, entonces. Para afirmar que, en Cudillero ya casi no se hablaba pixuatu, salvo las personas mayores del barrio pescador y, preferentemente, las mujeres. Ya se iba imponiendo un mal castellano. Así que, lo que planteas, responde más bien a otro problema: LA NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA, con todas las letras..., que esa sí que responde a un complejo respecto a lo acontecido (por modo político), en Cataluña y País Vasco. Situaciones, desde una historia y una realidad sociolingüística muy diferente a la nuestra. Antes y ahora.
Así, que no se trata de hablar bien pixuatu, lo que ya no ocurre desde hace casi un siglo. No, se trata de hablar bien la lengua común de todos los españoles, y luego la koiné de nuestra única posible, y futura patria europea: el inglés. Y, luego, el que sea capaz, que aprenda algún bable: el de Colunga, Cudillero, Pajares, Tapia o el 'cuenqués' (ese que hablan en centro-oriente y les 'Cuenques') o, incluso, los patsuezus, que también son astur-leonés; pero no me parece debido que, modernamente, ese "cuenqués" deba de reemplazar a todos los bables.
Se calce el señor Colubi madreñas o escarpines, no nos vamos a despistar de la cruzada normalizadora y talibán de la Consejería del ramo. Si la señora Piñán quiere ir de paleta, allá ella. Claro, porque saben muy bien que, mientras la Asturias real sea incapaz de responder al colapso demográfico e industrial, lo más pragmático para mantenerse en la burra -el poder- son las emociones, sobre todo, las identitarias... la fala, el terruño ¡Listos! Eso sí, ocultando piadosamente, que es un proceder conservadoramente reaccionario. En eso, sí que son iguales que los conservadores nacionalistas catalanes, vascos y ya, también, gallegos... Así que, apreciada amiga -realmente-: no era un arma arrojadiza, era un intento, con la razón lógica en la mano, de dejar las emociones a un lado. (Con mi aprecio).
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