Amiga: No es oposición a que el personal haga gimnasia o cualquiera otra actividad que le peta, lo es a una manera atrabiliaria de actuar: hoy esto, mañana lo otro. ¡No! Les pagamos el sueldo para que administren de acuerdo a un programa o propuestas que hayan obtenido apoyo mayoritario. Eso es exactamente la democracia y no la obsesión por la "propaganditis"; porque parecería que, todavía, Cudillero no ha dejada atrás el antiguo régimen. La prueba del algodón es si ha habido aquí, un programa electoral donde decidiéramos si los recursos se iban a emplear en un parque para los niños de los turistas (sí, lo digo porque son sus usuarios habituales) o la necesidad de mantener y dotar un Centro social para los mayores, en un pueblo peculiar (ya hemos hablado de eso), donde constituyen el mayor grupo de población. Así, que en este régimen -decía-, entendemos que democracia es eso, discutir esas prioridades y no el futuro político del ambicioso de turno...
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