Finalmente, pero no lo último, lo que está pasando es la expresión de distintos, o contrarios, puntos de vista, como es costumbre en la Historia de las ideas: por un lado de ese río de la vida encontramos un relato, como el de Enrique Krauze, que por sobre cualquier idea, o interés, políticos, sitúa los de la libertad.
A modo de discípulo o albacea de Octavio Paz, razona, desde el origen en el pensamiento marxista de ambos. Y, después de un largo trayecto por ese río de Heráclito, acaba por confesar la coincidencia de ambos, acompañando a sir Isahiah Berlin, en el punto donde la libertad, los liberales, limitan con el socialismo, (Giddens, Blair, Palme, Brandt, también encontraron ese límite, pero el mapa lo trazaron los anteriores).
Recientemente, Krauze ha tenido dos intervenciones en...