...puede ser la oportunidad para dejar algunas ideas sobre esta realidad tan desquiciada que nos toca vivir.
De la condición humana: de ese deseo de escapar de las limitaciones de nuestra propia naturaleza (1), del anhelo de cambiar la existencia humana y de la brutal escisión entre el "artificio" creado por la razón instrumental -la capacidad científico técnica- y nuestra naturaleza, nuestro origen en el mundo animal.
Este "pobrecito escribidor" irá desgranando su parecer, sus opiniones -porque sí- a propósito de este mundo tan sobrecomunicado, pero tan confuso. Lo hará, porque quedan al menos cuatro cosas por decir.
Habitualmente este Blog opinará, sobre todo, dela "Condición humana" y de la "Libertad", pero también de la Actualidad, de la Cultura o, por qué no, de Cudillero: un lugar como otro, donde ocurren, o no, cosas muy relacionadas con este mundo donde vivimos.
Esa realidad, fabricada artificialmente, de la que los humanos son cada vez mas dependientes, alumbra ahora una modernidad líquida(2), cambiante, que carga sobre el individuo la responsabilidad derivada de la incapacidad de controlar la política: mientras el poder queda reducido a su alcance local, las políticas enfrentan necesidades de alcance global. El individuo, ante la globalización, queda sin referencias. Las seguridades han desaparecido. Eso, exactamente, es lo que quiere decir sociedad líquida.
Aun así, Zigmunt Bauman concluye, que hay demasiada libertad en la sociedad moderna -líquida-, para la capacidad del individuo de estar a la altura que implica la responsabilidad de ejercer esa libertad.
Aun así, Zigmunt Bauman concluye, que hay demasiada libertad en la sociedad moderna -líquida-, para la capacidad del individuo de estar a la altura que implica la responsabilidad de ejercer esa libertad.
De la libertad:
de aquella, en la raya de frontera, en la que se posiciona Sir
Isaiah Berlin: entre la libertad individual y las necesidades sociales,
entre la meritocracia y el estado de bienestar.
En la famosa conferencia (3), Berlin definió dos conceptos de la libertad: libertad positiva, la que ejerce el individuo a voluntad, la de autorealización, depender de sí mismo; y la libertad negativa, en la que el individuo no es limitado por nada ni nadie en la acción.
La negativa, define que al individuo las circunstancias le permiten ejercer la acción; la positiva, la capacidad personal de ejercer la acción. Ambas, no son necesariamente compatibles, pueden y suelen entrar en conflicto, de manera que la Ley tiene que establecer el "modus operandi", en particular de la libertad negativa del individuo, en la defensa de sus libertades positivas; y en la de las negativas de otros individuos.
Así, Goya ilustró el sueño de la razón que engendra monstruos, lo cual Heine, advirtió del potencial destructor de las "Críticas" de Kant o de las obras de Rousseau para actuar como un arma en las manos de Robespierre; o del idealismo -de origen romántico, tal que los nacionalismos-, que algún día podría llevarse por delante la cultura de libertades de Occidente. A lo que aun "PODEMOS" añadir con Berlin: "Si los profesores pueden ejercer verdaderamente este poder fatal, ¿no es posible que sólo otros profesores o al menos otros pensadores -no los gobiernos o los comités de los parlamentos- sean los mismos que puedan desarmarlos? Es extraño que nuestros filósofos, o nuestros politólogos, no parezcan enterados de tales devastadores efectos de sus actividades. Puede que intoxicados por sus magníficos logros, miren con desdén o ciega pedantería escolástica... la política, quedando a merced de creencias... que no han tenido ninguna crítica".
En la famosa conferencia (3), Berlin definió dos conceptos de la libertad: libertad positiva, la que ejerce el individuo a voluntad, la de autorealización, depender de sí mismo; y la libertad negativa, en la que el individuo no es limitado por nada ni nadie en la acción.
La negativa, define que al individuo las circunstancias le permiten ejercer la acción; la positiva, la capacidad personal de ejercer la acción. Ambas, no son necesariamente compatibles, pueden y suelen entrar en conflicto, de manera que la Ley tiene que establecer el "modus operandi", en particular de la libertad negativa del individuo, en la defensa de sus libertades positivas; y en la de las negativas de otros individuos.
Así, Goya ilustró el sueño de la razón que engendra monstruos, lo cual Heine, advirtió del potencial destructor de las "Críticas" de Kant o de las obras de Rousseau para actuar como un arma en las manos de Robespierre; o del idealismo -de origen romántico, tal que los nacionalismos-, que algún día podría llevarse por delante la cultura de libertades de Occidente. A lo que aun "PODEMOS" añadir con Berlin: "Si los profesores pueden ejercer verdaderamente este poder fatal, ¿no es posible que sólo otros profesores o al menos otros pensadores -no los gobiernos o los comités de los parlamentos- sean los mismos que puedan desarmarlos? Es extraño que nuestros filósofos, o nuestros politólogos, no parezcan enterados de tales devastadores efectos de sus actividades. Puede que intoxicados por sus magníficos logros, miren con desdén o ciega pedantería escolástica... la política, quedando a merced de creencias... que no han tenido ninguna crítica".
Sin duda, parece un diagnóstico, incluso una imagen fiel, del comunitarismo libertario
-¿o liberticida?- que ahora mismo nos asuela.
Así que, en este Blog, aunque sea a contracorriente, sacaremos a colación los DOS CONCEPTOS DE LIBERTAD de Isaiah Berlin y LA CONDICIÓN HUMANA de Hannah Arendt. Porque sí. Porque ahora sí toca.
1.- La Condición Humana. Hannah Arendt
2.- La Sociedad Líquida. Zigmunt Bauman.
3.- Dos Conceptos de Libertad. Isaiah Berlin.
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