NOTICIAS HISTÓRICAS DEL CONCEJO DE PRAVIA -2-
-Incluido el actual Concejo de Cudillero-.
Escritas por D. Antonio Juan de Banzes y Valdés, Juez Noble, Procurador
General.
Año de l806
Al occidente del Cuarto de la Oteda -más allá del Rellayo- aparecen las Luiñas, que entonces constituían una comarca, un mundo con vida, historia o cultura propios. La realidad es que su actividad y su socialidad, eran bien diferentes de las del Puerto de Cudillero: seguramente se quedaron en el nuevo -(1837)- municipio, dadas la distancia a Pravia o Valdés, y las comunicaciones de aquella época. Entonces, como se desprende del texto, eran una comarca pujante para aquella Asturias: el ojo casi profesional con que se valoran diezmos, pechas o fanegas... hacen aparecer a ambos hermanos Bances y Valdés, como arbitristas o memorialistas de los tiempos de Jovellanos ¡Que tenían ojo clínico, vaya!
Por otra
parte, esa mirada era muy característica de la sociedad estamental "ancien
régime", anterior a las clases sociales que aparecen en las luchas traídas
por la revolución francesa, o con la famosa declaración performativa -o fiat
lux- de Carlos Marx. Después de todo, los citados hermanos no dejaban de estar
relacionados con la baja nobleza. A pesar de la condición secular de nuestro
párroco de San Martín -se reclama de una iglesia libre y común...-, el
relato de la separación de los sepúlcros, en su Catedral baqueira, decía lo que
decía...
"El partido de las
Luiñas es el tercero y más occidental del antiguo Concejo de
Pravia. Hoy de Cudillero. Se compone de quatro parroquias, á saber: San
Martín, de la que se separó Soto, (hasta hace 150 años), Novellana separada del
Soto en 1791, y Ballota; contadas por este orden, según están tendidas hacia el
oeste por la costa del mar Océano; el coto de San Pedro de Bocamar, de la casa
de Omaña, está incluso en la de de Soto".
Iglesia de San Martín, antes de la remodelación de la torre en 1964.
"En todas las
iglesias que hubiese alguna señal de división, sea de la clase que fuese, para
marcar los puestos que debían ocupar brañeros y aldeanos, deberán éstas
quitarse, según por el Sr. Gobernador eclesiástico se ha prevenido a los
párrocos, y para cuyo efecto auxiliarán a éstos los señores alcaldes”-Año de
1820-
"Los linderos de este partido confinan: al Poniente, la de San Julián de Arcallana; al Mediodía, la de San Juan de Malleza, Villavaler y Folgueras; entre Mediodía y Oriente, la de San Andrés de Faedo; y al Oriente Nor-Nordeste, la de San Juan de Pinera y San Pedro y el Puerto de Cudillero. En toda su longitud este partido, será de más de tres leguas (a), por la costa del océano; y de ancho se podrá contar irregularmente con una legua.
Parte 1
La parroquia
de San Martín -cuenta su párroco y miembro del Gremio y
Claustro de la Universidad de Oviedo: Banzes y Valdés, José Carlos- es una de
las parroquias más bellas, y fecundas del Concejo; abundante de frutas y
frutos, de todo género, llamada por esto, comúnmente, el Granero de Asturias:
en efecto se verifica que en los años de mayor escasez, como el presente,
provehe de granos á la mayor parte de Asturias, en los socorros de pobres y
sementeras.
Dista de la
ciudad de Oviedo, ocho leguas (b) y una de Cudillero, -el más abundante en
pesca de la costa-. Corren dos ríos esta parroquia, de Mediodía á Norte, la
distancia de dos leguas; teniendo su origen en los montes meridionales;
producen abundancia de truchas para regalo de los naturales: fertilizan
asombrosamente dos grandes praderías de igual extensión, que son la principal
riqueza del país por la abundancia de ganados, con cría de vacuno, caballar y
mular, y con el consiguiente estiércol natural, para el cultivo de terrenos,
fértiles en abundancia de cosechas, ya por naturaleza, ya por los ríos.
El río
Uncín, desde Malleza, corre por Folgueras y Villavaler, Faedo y San Juan
de Piñera; bajando por los montes llamados los Matos, Campo del
Mercado (la tradición asegura haberse celebrado allí en lo antiguo,
semanalmente), Candanedo, el Argoma, Pascual y Santa Ana de
Montares; hasta incorporar sus aguas con las del mar en la concha de
Artedo.
El otro río
se llama de Panizal, por el monte de origen, y divide esta parroquia de
Arcallana y Soto, al pie de la cordillera, hasta descargar sus aguas en las del
mar, y ribera de San Pedro boca de mar. Esta parroquia contiene varias
poblaciones ó lugares, habitados por mayor parte de labradores laboriosos é
inteligentes en su noble arte, que es la única profesión del país, con la cría y
beneficio de ganados de toda especie, que es su industria, como ramo
esencialmente enlazado con la agricultura; profesión, á que se inclinan
animados desde la cuna, con el continuado ejemplo de sus padres y mayores,
Sus casas y
poblaciones son de las mejores, muy cómodas, y abundantes de todo; en razón que
sus colonos son seguramente de los que mejor lo pasan de toda esta provincia,
en proporcionadas conveniencias de vestido y alimento, en una vida sencilla. En
estas poblaciones se hallan, bien dispuestos por la naturaleza y por el arte,
los campos y heredades que son el objeto de sus fatigas diarias: muy
proporcionadas á las casas y habitaciones de los dichos colonos; y con igual
proporción las dos dilatadas y hermosas praderías, regadas con las aguas de los
dos citados ríos, que vienen á ser como dos costados de las poblaciones
prolongadas de Mediodía á Norte, desde las montañas hasta el mar; en cuyo
centro se hallan dilatados campos y heredades, vallados, y ensenadas, con
preciosas fuentes...
La iglesia
parroquial con la advocación de San Martín de Luiña está situada en el centro
de la parroquia, en una planicie preeminente del valle, plantada de elevados y
frondosos robles; todo correspondiente á su fábrica, que la hermosea. En el día
del santo patrono, por costumbre inmemorial se celebra una famosa
feria. El templo es magnífico, Se compone de tres naves, con tres puertas
principales, de buena cantería, con hermosas pilastras, repisas... con su arco
toral, bóvedas de crucería, hermosos retablos, imagen del patrono á caballo...
á los costados dos hermosas sacristías,.. Y, por último, en el quarto cuerpo de
esta nave principal, se halla la primera puerta de la iglesia, y tras el
coro un arco rebajado de cantería...
En el
retablo -segundo cuerpo lateral- de San Bartolomé, se lee inscripción que dice:
«Este retablo se doró á expensas de D. Juan Rodríguez Albuerne, natural del
lugar de Lamuño -de esta parroquia-, Caballero del Orden de Santiago, Marqués
de Altamira, y Oidor de México. Año de 1758». Así como en el retablo mayor:
«Este retablo se doró á expensas... (del mismo Caballero), año de 1756.»
No se debe
omitir una singularidad, que se halla en esta iglesia parroquial, de años
innumerables, por una costumbre envejecida y cuyo principio se ignora; para
radicar los enterramientos con el respeto y reverencia que es debido al templo;
por evitar los choques y disputas que ocasionan los derechos imaginarios: esto
es, aquí, los cementerios para entierros se hallan separados para las clases y
órdenes del pueblo. En el presbiterio se hallan las sepulturas
destinadas á sacerdotes y clero; el segundo cuerpo del
pavimento, en sus quatro órdenes de sepulturas, lo está para casados nobles,
según sus circunstancias y familia; el tercero es para
forasteros, según sus clases; el cuarto y último para los
vecinos de alzada, que llaman vaqueros, por ser en la estimación vulgar de
ínfima clase del pueblo, y advenedizos á la parroquia, como de 200 años á esta
parte, si se ha de creer á una envejecida tradición, que igualmente asegura,
como algunas historias, ser esta gente como las heces ó reliquias de los Alpujarristas,
y Moriscos del reino de Granada, (c) cuya rebelión y exterminio
tanta gente y dinero costó á España. En efecto, por tales están tenidos
comúnmente; y las demás clases del pueblo no les admiten en comunión para los
gastos y obras de la iglesia, ni permiten su mezcla en la asistencia y
celebración de los divinos oficios; y se observa puntualmente, que no pasan
adelante del tercero cuerpo del pavimento, en cuyo adoquín, que le ciñe en
línea transversal, inclusas las naves colaterales, y divide del resto de la
iglesia, se halla grabada una inscripción de líneas bien abultadas, que
dice: «No pasan de aquí á oir misa los baqueros.»
En la
iglesia de San Martín de Luiña (Cudillero) se conserva la marca e inscripción
de ésta discriminación.
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Y en el otro
adoquín, que sólo atraviesa el pavimento de la nave principal de pilastra á
pilastra, y que separa el quarto último destinado, como ya se dijo, para el
enterramiento de vaqueros, se lee otra semejante inscripción, que dice: «División
de sepulturas entre forasteros y baqueros»; cuyos letreros fueron grabados
en dicho adoquín, según se hallaban por la antigüedad en unos maderos, que
hacían el mismo oficio que hoy hace el adoquín. En cualquier caso el
alejamiento y la separación entre los xaldos -aldeanos de la marina-
y los vaqueiros -de las alzadas- ,llegaron al punto, que cada uno de
los dos grupos llegó a celebrar la fiesta, a cada lado de la Iglesia, que...
acabó separando a los vaqueros estableciendo tales límites.
En la nave
del Rosario, y su pavimento, se halla el cementerio destinado para nobles y
solteros y solteras, y párvulos; cuya separación se halla grabada en el
adoquín, que en línea prolongada separa esta nave de la mayor; y dice: «Sepulturas
de Niñas Nobles y Célibes.». En la otra nave de los Dolores, en todo
su pavimento se hallan las sepulturas destinadas á los plebeyos,
familias y estados de su clase, cuya separación se halla igualmente grabada en
el adoquín, en línea que divide esta nave de la mayor, con la inscripción
del tenor siguiente: «División de sepulturas entre los Nobles y del
Estado Llano.»
Esta iglesia
parroquial es libre y común del vecindario; no reconoce más señorío en
todas sus capillas, altares y sepulturas, que dos sillas, conocidas
por propias de las Casas de Omaña, y los Arango de Candiales, familia antigua y
distinguida en esta parroquia, que hoy posee D. Fernando Rico Arango, sucesor
en dicha Casa de Candiales... y de la Casa de Omaña que tiene un sitio frente
al presbiterio, y mirando al pueblo de frente, es actual poseedor de este honor
el Sr. D. Manuel de Salas y Omaña, sucesor de los mayorazgos de esta
Casa".
No se sabe el origen ó motivo de estos honores, que nada contribuyen á beneficio
de esta iglesia; y puede ser se hallen grabados, y que sus dueños se hallen en
responsabilidad, que pueden saber, y los demás lo ignoran; pero quando menos
tienen á su favor la presunción de un justo título, aunque se ignore
qual sea éste que la ocasionó, y en qué se funda.
"Los
frutos deleznables de esta parroquia se mezclan con los de la inmediata de
Soto, ya copiados. Se dividen en doce partes, de las quales tres duodécimas,
que vulgarmente llaman Dúcimas, corresponden al párroco de San Martín: otras
tres al de Soto; quatro al Cabildo de la Santa Iglesia Cathedral; y las dos
restantes, una á cada fábrica de las dos iglesias parroquiales... (la
costumbre recibida de sus mayores,,, ) y se puede regular (obtener) de
cosecha en esta parroquia de San Martín, de maíz, 10.000 hanegas; de escanda,
de 700 á 800 hanegas; de trigo, 120 hanegas; de centeno, 240 hanegas; de
cebada, 120 hanegas; de habas, 400 hanegas; de lino, el importe de los 1.200
reales de vellón: y de toda especie de ganados también se diezma en corta
cantidad, que no merece la pena del cómputo... Hay en ella 16 molinos
harineros, los más con duplicados molares; y tres batanes, ó manufacturas de
lana del país, que se fabrican en él con varios telares para este género; y los
linos, que produce el país se usan para su vestido ordinario los
naturales.
Son en
número 420 vecinos, de los que 120 corresponden a las Brañas, lo cual según
notas anteriores, para los trecientos cabezas de familia de San Martín -la
aldea- resultan unos 1500 habitantes. De las otras aldeas de la parroquia y de
las Brañas, continuara.../... "
(a) La legua era
una medida no poco imprecisa, dependiendo de tiempo y lugar. La terrestre,
habitualmente, era de algo más de 4 kilómetros. La castellana 4,19. Por el día
de estas memorias se pretendió unificar en 8000 varas -medida, así mismo citada
en la obra-: igualmente variables, la vara más habitual o castellana era de
83,5 centímetros
(b) Medida,
que sólo es posible con valor entre 7 y 8 kilómetros por legua...
(c) En
términos de genética o de antropología cultural, sólo se puede considerar esa
tradición como una leyenda rural...
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