LA CONDICIÓN HUMANA (de los Caribes)

¿Les habrán engañado a los venezolanos... o nos quieren engañar a nosotros?


La historia, como es conocido de antiguo, es circular, y a su modo, se repite: a la llegada de los españoles al Caribe, unos pacíficos habitantes de Venezuela: los 'caquetíos, estaban siendo esclavizados por tribus belicosas de taínos y caribes antillanos, en particular de la antilla mayor, o sea, Cuba. Si añadimos a ese escenario el matiz "ideológico", ya tenemos el drama de primera plana, cualquier día de mañana, en el Universal de Caracas.

Dice Don Antonio Navalón que, finalmente, será la entente, pero entre los Caribes o Castros y sus vecinos del norte del estrecho de Florida. Después, los botarates venezolanos, serán abandonados a su suerte. La prelación, pues, continúa.

Viene a cuento de las declaraciones de un individuo compulsivo, que bajo un síndrome de idiocia perniciosa, ayer, fijó la posición que pretende el 'régimen' -no cejaremos: eso sí que es un régimen como los de antaño- de los caribes. El susodicho, tiene 'autoritas', o eso cree, en su pueblo: nada menos que diputado; claro, que entre esa gentes ahora ya puede llegar un@ culquiera-, y vicepresidente de la asamblea Nacional de Venezuela. Declara -y ya nos gustaría usar otro verbo más descriptivo-: "que, cómo se pretende que se suelte a un (Antonio Ledezma) corrupto, fascista y represivo".

Ni más, ni menos, así que creemos que el buen hombre, o más bien, ese su rebuzno, se harían merecedores  de un tomo, qué digo un tomo: un libro al menos, qué sé yo, de un...cuando menos, Alexis de Tocqueville, o incluso de Jean Jacques Rousseau. pues, el tal doctrino, en esa sola declaración 'performativa', de un tacazo resuelve la investigación policial, la instrucción judicial, la vista del juicio, y la sentencia y aplicación. (Se excuse ...en su caso, a este escribidor, lego en Procesal).

Y no se queda ahí -ya no se cómo llamarlo- el 'buen hombre': "No van a aceptar que se estimule la impunidad, y eso, en nombre de los derechos humanos".

Además muestra la claridad preternatural propia de la idiocia: conoce con toda transparencia las intenciones de Felipe González: "las de suprajuez". Es una pena, por qué no habrá dicho 'supra omnes' y ya acaba de dejarnos lelos del todo. Al 'buen hombre', en fin, tampoco le 'manca finezza' para rematar la faena: "Es una grosería, no tiene moral, mejor se ocupe de la salida de la crisis de su país y es lobbysta -González- de las multinacionales".

Increiblemente, al -digamos- 'buen hombre', se le entiende todo: el régimen está entrando en pánico; al tremendo desgaste del desabastecimiento, la contestación creciente, la atención internacional. los muertos en manifestaciones, se suma, la que ellos perciben como la peor noticia, el nivel de producción USA de petroleo actual -fracking mediante- sostendrá, fuera de toda duda, los precios a la baja. En ese escenario, la aparición de Felipe González como garante del habeas corpus de los principales líderes de la oposición, le agrava -al régimen- el pánico, dejando al descubierto su verdadera naturaleza de clara tendencia totalitaria (Véase Hannah Arendt). La libertad de acción, como la democracia deliberativa, ya no la pueden permitir, pues entienden que sería el fin de su poder.

No hay democracia en Venezuela, hay esa deriva totalitaria. Y ese es un hecho, una realidad, que nuestros nostálgicos: republicanos, populistas, demagogos, izquierdistas y extremistas de toda laya han de mirar de frente.

Qué tal, una salida constitucional para la actual Venezuela, más o menos como la del 78, por, digamos... unos 30 o 40 años. ¿Les habrán engañado, el trío de politólogos? A los venozolanos, digo. 

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