...nos preguntamos ¿Es Luz Gómez creyente?
Consideramos la respuesta, o no, de absoluto interés, ante su ambiguo discurso (El País: 9.Ene.15).
Sí sabemos que publica de modo destacado en ese diario, que es profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, en Estudios Árabes e Islámicos, pero no sabemos de su posible pertenencia al Islam. Lo cual es relevante aquí -porque no se trata profesión privada, sino opinión publicada. No es hora templar gaitas multiculturalistas. Es hora de luto. Por diecisiete inocentes.
Para evitar la confusión con la islamofobia, es oportuno comenzar por reconocer que, a lo largo de la historia, las tres religiones del libro se han distinguido -en alguno o muchos momentos- por etapas de integrismo, de fundamentalismo, intransigentes y a menudo violentas. No cabe la ocultación. Comenzando por la "Historia criminal del Cristianismo", relatada por Karl Heinz Deschner, que rezuma sangre y locura por todos sus muchos cientos de páginas. Seguir con el Judaísmo -más antiguo-, que con similares inicios de violencia, actualmente se queja, más bien, de holocaustos y otras hecatombes. De manera, que sin islamofobia particular alguna, cabe afirmar que una parte del Islam no es capaz de superar esa locura homicida. Sí, parte del Islam, porque lo son, porque viene de su tradición, de su historia*, de su acomplejada realidad actual. De parte.
Hay otras circunstancias, se argumentará, pero no alcanzan a ocultar que esa violencia viene del Islam, que no de otro sitio. Viene de algo enfermo, equivocado, en el corazón de las religiones, en particular de las del libro, que no saben, que no pueden superar.
La empatía, pues, que trata o trataría de ayudarlos, de comprenderlos o de disculparlos; no puede servir para disimular esa realidad. Actuaría como una especie de síndrome de Estocolmo que desdibujase los perfiles del criminal:"seamos buenos, a ver si no son tan malos".
Qué los suyos no se sientan, por ello, rechazados. Pues sí, que no sean los suyos, o sí se sientan rechazados. No cabe la tibieza, el término medio: o con o contra el criminal.
Digámoslo claro: ser creyente de una fe que ampare -incluso minimamente- o sea causa, siquiera remota del crimen, implica complicidad en la barbarie. Es lo que tienen las "Fes". Suelen entrar en conflicto con la "Razón", dejando así en evidencia su origen en las supercherías premedievales o aun primitivas: basta una mirada a un Salomón Reinach cualquiera, para subirse al "caballo de Damasco".
El relato de Luz, nos oscurece en exceso: "El Islam no es el problema de Europa, son otros"
-Pues sí lo es: comete crímenes fanáticos -alguno de sus fieles- y no es capaz de enfrentarlo debidamente.
Porque afirma: "que es problema pedirles a los musulmanes que se posicionen contra los atentados".
-¿Es que no pueden pedirle que sea bueno, al niño mal criado?
¿Por qué tiene que aceptar Europa que: "ser negadora: esto no es una justificación del terrorismo, sino una explicación ". Pues si no lo es, se le parece.
¿Por qué los problemas de ir ajustando su Constitución (la de Europa): "van a servir de coartada para los asesinos". Importa sólo a los europeos, que lo sean y así se sientan.
¿Por qué vamos a aceptar que: "nos cegamos y con ello alimentamos al terrorismo yihadista" ¡No, lo alimentan ellos!¡Ellos solos!
Finalmente: "HACER LA YIHAD NO ES UN ACTO DE INSUMISIÓN". NO, ES SOLAMENTE UN CRIMEN.
Así que no era un problema con la palabra islamofobia, ni una forma de racismo, ni un problema de la política de austeridad europea que a todos -o casi- alcanza.
NO. En primer lugar, es una locura asesina, alimentada por una mala interpretación -religiosa- de la realidad.
Es, que no entienden la realidad del ...mundo.
Ellos querrían irse al mundo del "viejo de la montaña". De hecho, eso intentan, pero llevándose a los nuestros por delante. ¡Será para llegar con mayor mérito y mejor plaza!
¿Por qué nos empeñamos en llevarles la contraria?: NO ACEPTAN SER EUROPEOS...SE SIENTEN Y QUIEREN PERMANECER DIFERENTES...LO QUE QUIEREN ES SEGUIR MATANDO...
¡PUES QUE SE VAYAN!
* E. F. Gautier: "Musulmans" y Fernan Braudel: "Las Civilizaciones actuales". En los siglos XII- XIII, la civilización sarracena se interrumpe bruscamente, entra en crisis en el Mediterráneo y comienza a ser manejada por oleadas de esclavos (Almohades, bereberes, nómadas de las estepas asiáticas; bárbaros devenidos en caudillos militares. Y, civilizados los árabes, Europa reconquistó el mar Interior, lo que inicia el retroceso y pérdida de poder -ciencia y filosofía- del Islam. Nunca recuperaría la paridad con Ocidente y nunca lo asimilaría, Y ahí comienza y radica el problema.
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