EL ADALID...

No tenemos más remedio que manifestar nuestro más profundo agradecimiento a ese adalid de la democracia y de los derechos civiles, que nos salvo de las tinieblas democráticas -el malhadado 11M, que tan infausto, como perenne recuerdo, nos dejó a toda la ciudadanía-, con la genial idea del "¡PÁSALO!", y que lamentablemente, también es reclamado ahora por otros oportunistas: ¡Hay que ver lo que es la envidia a los triunfadores!
Claro, que digo yo ¿Por qué habrá tardado casi once años en reivindicarlo? Fíjate tú: podría haber salido de entre el anonimato cutre de la base, ya entonces.

Va diciendo por ahí una maledicencia urbana -hay que ver como son-, que es el vértigo del poder, o del PODEMOS,  o de su cercanía,  o qué sé yo. Y que no soporta, que a la Tania de Troya, la desvelen, descubriendo demasiado a los "tanios", en Rivas. Los émulos del famoso caballo, todavía están sin descargar el vientre, de lo cual no quedará Eneas para contarlo en Izquierda desUnida.*
A lo que se suma el desasosiego -por un papel, nada más que por un papel- de Errejón, que está llegando a un nivel, que le resulta dificilmente soportable de alguacil, alguacilado.

Los griegos, inventores de tantas cosas modernas, lo llamaban hybris o pecado de desmesura y desafío a los dioses. Uno de aquellos, un tal Eurípides sentenció: "Al que los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco". Es lo que un psicoanalista argentino o no, llamaría pérdida de realidad. En el período consecuente, puede llegar -dios no lo quiera- a síndrome de la Moncloa.

Nos ha contado un hetrónimo que el "pobrecito escribidor", por razones muy pasajeras de salud, no ha podido -como gusta- dar el "diario" en el Blog. Pero ya ha recuperado el ánimo, a pesar de la que está cayendo...seguirá en la procura de desfacer entuertos y arremeter contra felones y malandrines.

*Para los que no estén al corriente, en la mocedad, uno de los heterónimos del "pobrecito escribidor" militó descaradamente  en la izquierda, cuando había aquel general...

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