Sobre todo si eres político o cargo público...
Porque se trata de justicia, es decir de equidad, no de caridad...
Porque no vale todo. Ni el oportunismo, ni la demagogia cínica...
Que se vayan, antes de acabar de llegar...
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Fue como una punzada, como un ataque súbito de indignación. No importa que no conozcas a alguien, ni sepas de su valor positivo o negativo, ni de sus obras. Pero dar a la notoriedad pública las buenas obras propias, es darles relieve social. Es como la caridad que predica alguna religión, y que cuando era -y aún, ahora- exhibida socialmente por jerarquías y notoriedades varias, siempre nos pareció un ejercicio de obscenidad (Cor regusto buñuelano). En determinado campo ideológico siempre creímos en la equidad, en la igualdad de oportunidades: en la justicia, en suma, no en la caridad -que no deja de ser una manera de eludir la justicia, de acallar las conciencias-. De modo, que la publicidad de la antiguas "cuestaciones", o la notoriedad en las redes sociales de estas "donaciones", nos parecen igual de impúdicas. no dejan de ser una forma idealtípica de comportarse de las "castas", de los que ya tocan poder: "PODEMOS" o no podemos.
Y sí, nos referimos a una casta de Avilés, o por ahí, que ayer enseñó la patita. Es lo que tiene el exceso de notoriedad, de exposición; que acabas en la red, digo en la casta.
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