LA CONDICIÓN HUMANA...de dos genios.

HENRY DAVID THOREAU Y KNUT HAMSUN.

Fueron dos genios. O quizá, habría que decir dos individuos geniales. Ambos, gustaban de la vida bucólica y llegaron a vivir en el bosque, incluso largas etapas.

Hamsun, escribe desde finales el XIX, hasta mediados el XX. Obtuvo el Nobel en 1920. Su obra capital, "Hambre", expresa la determinación de un autor, dispuesto a vivir únicamente del dinero que le proporcione la venta de su obra, aunque llegue a consumirse por hambre, en una muerte lenta.  Esa posición tan radical, ha llamado la atención por constituir la mayor oposición de la literatura, con el "Oblomov" de Goncharov: abandonado a la inacción, con auténtico pavor de tener que escribir todo el tiempo, derrochar el alma y comerciar con la inteligencia.
Hamsun, experimentó en persona -hasta extremos que hicieron que se le considerase inestable, al modo de los personajes de Kafka- "el material" de su novela: la miseria, debido a la ausencia de trabajo estable; siendo uno de los precedentes del arquetipo del "artista famélico", que hizo "fortuna" en el siglo XX. Sus personajes asociales expresan una ruptura y un dolor, que anticipa la "angustia existencial" de ese siglo XX, Por lo que fue considerado descendiente -iluminado-, de Fiódor y Friedrich (Dostoyevski & Nietzsche).
Su obra "Sult" (Hambre), presiente a Kafka, como en una indagación de la locura, el componente -en demasiadas ocasiones- de la condición humana. Entendía la vida como la necesidad, el hecho, de expresarse, y la vivió escribiendo.
Le perjudicó su deriva de apoyo a Hitler y al nazismo, al parecer, pesada herencia de una juventud filoanarquista, pero de tendencias racistas. Podía tener expresiones como: "USA es un indebido criadero de mulatos".
Hoy no existe en Noruega una sola calle o plaza a su nombre, en ningún lugar.

Thoreau, escritor y filosófo, transcendentalista y puritano, pero sobre todo naturista, vivió -a mediados de XIX- una experiencia singular de más de dos años en los bosques de "Walden".
Mantuvo posiciones antigubernamentales, postulando la mínima intervención del Gobierno en los asuntos de los ciudadanos, incluso su desaparición; lo que constituye lo más genuino del republicanismo norteamericano. Es, sin duda, precursor de "movimiento de defensa de los derechos civiles" y militante en el "antiesclavismo", lo que acaba llevándole a la cárcel. Su influencia, así, llega a Tolstoi, Gandhi o Martin Luter King.
Su obra "Walden", es un relato de la vida de los bosques, en una cabaña construida con sus propias manos. Quiso probar la vida natural, bajándose de la bicicleta que es la vida de la sociedad urbanita e industrial, hija de la Ilustración, y en la que no se puede parar de dar pedales, so riesgo de venirse abajo, según la famosa dialéctica de Adorno y Horkheimer.
Se consideraba un rabioso defensor de la independencia de criterio. Como, más tarde, H. Arendt en "la Condición humana". El saber era esencial para Thoreau, muy por encima del espíritu práctico, a pesar de su acreditada capacidad para "sobrevivir" en la naturaleza, en el bosque de Walden.
Para él, el arte de vivir no consistía en las conveniencias o sofisticaciones sociales; y sentía aversión por el sentido del confort, particularmente, de los ingleses. Su gran ambición consistía en llegar a ser un individuo realmente autónomo. Rehusaba las ataduras, quería "tiempo" y "espacio" naturales; sobre todo, para leer y caminar solo, y aprender los lenguajes de la naturaleza, para leer...el cosmos.
Se le consideró: "estoico, con principio firmes como el granito, recio como un roble, con la sensibilidad de una flor silvestre y de una imaginación que volaba como un halcón".

Esa aguda sensibilidad de su espíritu estaba en sintonía con la impresión que la belleza causa en los sentidos, y con las conjeturas tanscendentes.


A su manera, tan igual y tan difernte -Hamsun y Thoreau-, fueron pioneros en la subjetividad del monólogo interior que cambiaría definitivamente la literatura. Pero, en todo caso, expresan una condición humana, una singularidad, muy diferente.

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