Son tantos los argumentos, que vale la pena ir desgranándolos con orden y uno por uno. Así que, para hacer honor a la divisa -"actitud deliberativa SI, adoctrinamiento NO"-, eligiremos el comienzo por una figura de neutralidad incontestable: el historiador Jonh H. Elliot.
Saben muy bien, los catalanes que saben, que es una figura nada sospechosa. Lo atestiguan sobradamente su vivencia y su obra. Se sitúa, a sí mismo, viviendo en Cataluña, hablando catalán mejor que castellano -son sus palabras- e identificado con los catalanes.
Pero lo que interesa aquí es su obra, sus afirmaciones como historiador:
-Una generación de catalanes, está aprendiendo una Historia deformada, que al separar las historias de Cataluña y España, deforma la percepción de la realidad (histórica).
-Acusa a los políticos nacionalistas de utilizar esa deformación de la historia. En el adoctrinamiento, se entiende.
-Los conocimientos de la historia que están adquiriendo los niños catalanes, no son reales. Sus textos están manipulados para fomentar el separatismo.
- El despropósito llega a que jóvenes estudiantes universitarios de Historia, creen que la guerra civil Española, lo fue, entre Cataluña y España. Están aprendiendo una Historia falsa.
Ese, Jonh H. Elliot, "nada sospechoso", más bien procatalanista, es nada menos que una autoridad mundial en el Siglo XVII español, en el período que precede la Guerra (de Sucesión, de Carlos II) , que acaba dejándonos la raíz, o más bien la semilla, de lo que conveniente cultivado, acaba en el separatismo, en el siglo que va de la Paz de Zanjón y la muerte de aquel...gallego, que de ambos episodios se alimentó.
Continuará...
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