ISAIAH BERLIN, judio letón, -a pesar de su origen- alcanzó la más alta dignidad académica de Oxford, y fue una de las máximas autoridades de la filosofía política e historia de las ideas del pasado siglo. Tenido por liberal, afirmaba, que sus ideas, su teoría política, se situaban tocando con las de la socialdemocracia primigenia, y recomendaba a correligionarios y colegas, que antes de caer en el sectarismo, observasen lo mejor del adversario y lo asumiesen. Esa era, decía, la mejor forma de combatirle. En la segunda mitad del pasado siglo, tuvo que presenciar los excesos y el desgaste de las ideas del "credo" liberal. Pero su valor ético, y el centro de su pensamiento político, quedan como uno de los testimonios más firmes del ido siglo XX.
En 1958, pronunció en Oxford, una conferencia mítica: "DOS CONCEPTOS DE LIBERTAD", sobre la que siempre conviene volver, pues detrás de una prosa no siempre fácil o ligera, está la idea más clara, mejor definida, de la libertad, de las libertades:
"...el valor de la libertad, tiene dentro de sí rasgos diversos y conflictivos que chocan entre ellos, por lo que resulta, imposible practicamente, considerarlo de forma unívoca o unitaria"
De la primera forma, la negativa, ya dijimos ayer. Hoy, definiremos como "el significado de libertad positiva" expresa la determinación del individuo de ser su propio dueño; de su vida y de sus decisiones. No depender de la voluntad, o de los actos, de otros hombres; o de la naturaleza exterior, como si se fuera una cosa, un animal o un esclavo. Quiero autodeterminarme a concebir fines y medios propios, y realizarlos; ser conscientemente activo, responsable, y con mis propias ideas.
No obstante, hay una libertad superior del todo social, del que el individuo es sólo un elemento o aspecto: la de una tribu, una raza, iglesia, Estado, o la gran sociedad de los vivos, de los muertos y de los que todavía no han nacido. Ese "todo social", es el "sujeto" de la libertad superior, es el "yo de la humanidad", que podrá coaccionar a "otros" por su propio bien.
Y ahí, queda delimitado el ámbito de la libertad positiva. Hasta ahí llega.
Lo cual, será mucho más fácil de aprehender la cuestión catalana: el espacio, en que -los actuales catalanes o parte de ellos- son libres de decidir, de autodeterminarse, y que otros no puedan impedirles lo que dependa de ellos, de su derecho -que no puede negarles nadie-, ese, es el espacio de la libertad negativa, y que se acaba cuando, donde, choca con la libertad positiva de...el "todo social", de la gran sociedad de vivos y muertos y de los que todavía no han nacido...que es el sujeto de la libertad superior, que podrá coaccionar.
La conferencia, es mucho más rica, pero dicho, lo dicho...
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