...porque es moneda falsa, la que nos vende en la cuarta del País, este viernes último. No queremos ni esperar al parto de los montes: "monosecretariado" o "multisecretariado". Nos da igual que prevalezca el ala troskista radical (versión LCR), o la anarquista. Pero sus afirmaciones no nos dejan callarnos ni un minuto. Las repasaremos punto por punto. Sostiene Monedero (Él sabrá lo que comparte con el "otrofirmante", Sr. Montero, en este parto de los tales), el agotamiento del "régimen" del 78, que tiene en su haber demasiado dolor social -cuanta semiótica, colega; pero no hacía falta, en este País, bien o mal intencionadamente, todos entendemos lo de "régimen", y aun algos-. Con la historia política que nos ha tocado, o nos hemos merecido -no en balde, lo del buen vasallo y buen señor, está en nuestros merecimientos-, ese predicado del "régimen", por el que manifiestan semejante fijación, ya los retrata a Vds. El más elemental conocimiento de la mala historia de España, sería suficiente respuesta. Habría argumentos a la carta, pero nos basta sólo uno, para que quede clarito: En la última de nuestras guerras civiles, sus ascendientes políticos -no hay por donde negarlo, lo llevan en el ADN (ideológico)-, los antepasados de la Liga Comunista Revolucionaria, asociados con Maurín, rompieron hasta con Trosky, eran más troskos que el mismísimo Trosky, y en consecuencia, provocaron un enfrentamiento armado interno en el propio bando republicano: EL ¡POUM! ACUSABA A TODO EL MUNDO, AL PSOE, AL PCE, AL GOBIERNO Y A LA MISMÍSIMA REPÚBLICA, POR NO ANTEPONER LA REVOLUCIÓN A GANAR LA GUERRA. Es, su sicopatía y su lema particular: "la revolución permanente". Con independencia de las simpatías actuales de cada uno, desatar una guerra interna dentro del propio bando, en plena guerra contra un tercero, no deja nada que decir. Sólo, que es con una óptica semejante, con la que pretenden vendernos el fin de régimen.
Nada por aquí, nada por allá: Si nos cree, nuestra gente -si hace falta incluso le dedicamos un libro, o dos, al caso-, que el régimen está acabado, y conseguimos asociarlo en el imaginario colectivo con la indignación, entonces la jugada sale redonda; toda esa enorme carga de indignación, y sobre todo sus causas, se la endosamos al régimen y...¡Ale hop! Ya está.
Pues no es tan sencillo, sólo se olvida un detalle: Es "condición sin la cual" de nuestras capacidades/posibilidades políticas, que somos sólo una potencia media. De modo y manera que: Ni la contradicción entre el secretariado general único del líder máximo, asistido por sus fieles del comité de barandas, practicando el centralismo democrático contra las bases asamblearias. Ni la contradicción de obedecer mandando o viceversa, pero que es igual de contradicción, irresoluble. Ni auditar, ni impago de la deuda, ni dios que te crió, imposible: no nos dejarán. Ni salarios sociales, pa'too er mundo -saldrían...como doscientos mil millones al año-, pues ni pa'cafelito. Así, que no preocuparse por ello: no nos tendrán que hacer la ola en Bruselas. Porque somos sólo eso, una triste y jodida Potencia Media, y lo otro: la Ínsula Barataria del amigo Sancho. Me da pena...eso sí, por el sistema (informático) operativo ese, para implantar la democracia horizontal asamblearia. Eso sí que tenía buena pinta.
"Con Iglesias hemos topado amigo Sancho"
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