EXCÁLIBUR...

Pobre animalito.  Nos da pena. La mirada de las fotos, que hemos visto estos días, no nos parecía una mirada perruna. Para nada. Era, seguramente, como la que vio algún niño en pleno paleolítico -hace unos cincuenta o puede que cien mil años- adivinando que se podría acabar por entender con aquel bicho, un cachorrillo jugetón y hambriento, que no dejaba de seguirle. Finalmente los mayores le dejaron hacer. Y desde entonces, no paran de seguirnos, de acompañarnos. Nunca nos entenderemos -ni parecido- con ningún otro bicho. Son -delfines y primates, aparte- la chispa de vida más cercana a nosotros y, sobre todo, el que más nos acompaña en ese andar cósmico que es existir.
Pero, ido, que lo fueron, a Excalibur; aquí, a ras de tierra, un tal "Consejero" acusa de mentir a alguien, que se está muriendo -este país, contiene la respiración, y rogamos, hasta los ateos porque se salve- por atender, a riesgo de vida, a un misionero que perdía la suya.
Y mientras, tratan de ocultar las responsabilidades ocasionadas por ejercer una política de ajustes compulsivamente, entretanto, se privatiza; como si fuera la respuesta  a un "Credo", un dictado, o un mandato superior.
Aunque uno querría  rehusar el hacer política -porque se trata de una vida, además de la del pobre can- resulta verdaderamente difícil obviar a "Consejero", tan siniestro y tan desafortunado (Pues si tiene la vida resuelta, vale, que nos deje en paz). No, no es la yenka -izquierda, derecha, izq...- ¡No!: tiene que tratarse del sentido común. (Por lo visto, aquí, no tan común). Así, que ya no queda más remedio, que poner encima de la mesa, que los recortes tenían finalmente "alguna" relación con intereses, digamos, realmente minoritarios. Es decir, Corporaciones empresariales y financieras -los famosos Fondos, por ejemplo-, con tantiiiisimo dinero caliente, o quizá, o también, con un prejuicio ideológico, como si fuera una creencia, casi una religión. Un tanto profana, eso sí. 
No deja de ser un modelo, una forma de hacer las cosas...al que le importa un bledo la marea verde... o los peces -no los perros, o quizá sí- de colores. Para un neo-liberal (extremo), la sanidad , es imaginar como el 15%, o más, de una tarta, que es...el presupuesto de U.S.A., digamos, entre 3 y 4 billones (3 o 4000000000000)* de dolares -unos 500 billones de las antiguas pesetas-, (pa`que vamos a ponerlo en números). El negocio del siglo que, en América, se papan cada año las compañías de seguros y corporaciones relacionadas.
Pensamos, que ese modelo -tan envidiable- explica la furia contra la marea verde, o contra el Dr. Montes y su hospitalillo, o la furia -en definitiva- con que fue tratada, la entonces modélica, Sanidad pública española. No se trataba sólo de recortar -aunque quizá, también- por motivo de la crisis. Se trataba sobre todo de una creencia, como si fuese religiosa, pero...que coincidía -mira por donde- con el interés de sus bolsillos.
Claro, comprarían a Tamayo, a Sáez, y al mismísimo lucero del alba. Madrid era el bastión.

Aunque, alguien creyó que se salvaría el pobre Excálibur, quizá tenía que ser sacrificado: Pero fue alcanzado por un reflejo -un mal poder-, demasiado conocido y dañino, en la historia de este país.
Donde los poderosos, siguen haciendo bastantes cosas, bastante mal y desde hace bastante tiempo. (el adverbio de cantidad...a gusto del lector).
Por eso, ya no somos un país -por ejemplo- como Francia o Inglaterra, a las que retábamos hace...tanto tiempo. Incluso, en ocasiones, con éxito.

¡Pobre Excálibur!




*En España, la factura -a privatizar- sería la parte posible, sobre un presupuesto de 150-200.000 Millones de €/ al año. Sólo, como treinta y tantos billones de las antiguas pesetas.

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